A pesar de las violencias constantes que enfrentan a diario, las mujeres indígenas continúan luchando incansablemente, junto a sus compañeros de lucha, para poner fin a las exclusiones, al racismo y a la discriminación. Pero además, las mujeres indígenas están organizadas para exigir que se afronte la desigualdad existente entre mujeres y hombres dentro de sus comunidades.
Pese al reconocimiento constitucional de la existencia de los Pueblos Indígenas acorde a lo enunciado por el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, México continúa siendo un país donde existe una fuerte violencia sistemática hacia las personas indígenas y que no ha conseguido reducir las desigualdades. El modelo económico neoliberal actual se caracteriza por ser un sistema que oprime y explota a los pueblos indígenas, los marginaliza, e incluso despoja de sus tierras, territorios y recursos naturales. Es por eso que la mayoría de la población indígena se encuentra en situación de pobreza, en México 7 de cada 10 hablantes de lengua indígena se encuentran en situación de pobreza y 57.7% de los hombres y 45.3% de las mujeres indígenas no cuentan con acceso servicios de salud. Los sistemas educativo, legal, judicial y económico, y los medios de comunicación perpetúan y legitiman la violencia que viven las personas indígenas. Estas poblaciones se enfrentan a un limitado y difícil acceso a la educación, al sistema de salud y a la justicia; ya sea por su lengua, distancia geográfica, costo o discriminación por parte de quienes otorgan esos servicios. Es por eso que las personas indígenas tienen menos oportunidades para desarrollarse y salir de los círculos de pobreza en los que nacen.
Pero además, al ser sus tierras y territorios objeto de interés por parte del Estado y las empresas privadas para explotar los recursos naturales, las poblaciones indígenas suelen sufrir despojo, violencia física y desplazamiento forzado; lo cual causa desapariciones y pone a las mujeres en mayor situación de vulnerabilidad, pues pueden ser víctimas de trata e incluso feminicidio.
Frente a esta realidad, las mujeres indígenas hacen las siguientes demandas para cambiar la situación de desigualdad en la que viven, tanto en sus comunidades, como en todo el país; para que se garanticen sus derechos y ponga fin a la subrepresentación que enfrentan en las esferas del poder público.
A sus compañeros de lucha a nivel comunitario
- Exigen a sus compañeros un alto a la violencia de género en las comunidades y hogares.
- Que se valoren y reconozcan los aportes, conocimientos y la visión de las mujeres para fortalecer la vida comunitaria, lo cual requiere que haya una participación social y política en condiciones equitativas de mujeres y hombres.
Al estado mexicano[1]
- En el marco del ejercicio de la libre determinación y autonomía, las mujeres luchan junto con sus pueblos por la defensa de las tierras, territorio y recursos naturales. Por lo tanto, exigen se cumpla el Derecho a la Consulta y que este sea implementado con procedimientos efectivos y transparentes.
- Además, las mujeres indígenas demandan se oficialice el Día internacional de la Mujer Indígena para visibilizar, recordar y reconocer los aportes de las indígenas a México.
- Demandan que se garantice la participación política de las mujeres indígenas en todos los espacios de toma de decisiones, sobre todo aquellos espacios que se encargan de las políticas públicas dirigidas a personas y poblaciones indígenas.
- Que se asigne presupuesto para fomentar la participación y organización de las mujeres indígenas.
- Exigen la garantía de sus derechos lingüísticos para poder acceder a servicios de salud y justicia.
- Que las políticas públicas sean diseñadas e implementadas con perspectiva de género e interculturalidad para que se garantice un trato digno y respetuoso para las personas indígenas.
- Que se proteja la vida de todas las defensoras.
¡Alto a la violencia contra las mujeres en México!
[1] Se recomienda retomar y aplicar las recomendaciones generadas por el Comité CEDAW a México en materia de derechos de las mujeres indígenas.