¿Cómo son los montes de maría?

El incesante canto de ranitas y aves, la música y las voces a lo lejos avisan a quienes están de visita y a les lugareñes, que están llegando a Zambrano, una localidad dentro de la región de los Montes de María, ubicada a 168 km de la Ciudad de Cartagena, Colombia.
Aquí, la temperatura alcanza los 40 grados y la humedad hace que la ropa se pegue y el sudor corra por la frente. A lado de Zambrano corre el río Magdalena, que provee un poquito de brisa para quien camina cerca de él.

Quienes habitan Zambrano se enorgullecen de las tradiciones e identidad de su tierra, un lugar con una fuerte tradición oral donde se baila y se toca música tradicional. En Zambrano se come bien: la cercanía al río Magdalena hace que los habitantes disfruten de pescado fresco siempre acompañado de patacones y arroz, y que usen la yuca, ñame, plátanos y maíz cultivadas en la propia región para elaborar sus platillos.

Zambrano es uno de los 15 municipios que conforman la región de los Montes de María, ubicados a las orillas del río Magdalena, uno de los ríos más grandes e importantes del territorio colombiano y una zona geográficamente estratégica. Cuenta con 1,540 km de longitud aproximada y atraviesa gran parte del país para finalmente desembocar en Cartagena* y es de gran importancia económica. A lo largo de décadas, el río ha sido clave en el desarrollo de actividades mercantiles, tránsito de personas, además del desarrollo de la pesca; aunque también ha sido un canal utilizado para el tránsito de armas y drogas.

La ubicación estratégica y la riqueza ambiental de los Montes de María ha facilitado que históricamente exista conflicto por la posesión, control y uso de este territorio, además, ha sido escenario de conflictos por la tierra y ha visto el nacimiento tanto de organizaciones campesinas y comunitarias, como de movimientos armados insurgentes, paramilitares y activos estatales.

EL VUELO DEL MOCHUELO

Un museo para la memoria

El mochuelo es un ave endémica de esta región del caribe colombiano, y fue el ave elegida para nombrar al Museo Itinerante de Memoria “El Mochuelo”, un proyecto impulsado por el Colectivo de Comunicaciones Montes de María Línea 21 que se inauguró en el año 2019.


El Mochuelo es un museo comunitario, construido en conjunto con las comunidades de los municipios de los Montes de María. Este museo narra las historias y relatos de los habitantes de la región sobre sus experiencias durante el conflicto armado, pero también cuenta la historia de las comunidades, la cultura y diversidad de orígenes de sus poblaciones, así como sus tradiciones, sus sonidos y sus rostros.

El museo cuestiona la importancia de narrar no sólo la violencia que vive un territorio, sino de representar las resistencias y la resiliencia de los habitantes; a la vez el museo continúa con la labor de preservación de la identidad, pretende que las personas puedan reconectar con el territorio y que la construcciòn de memoria sea una apuesta para la no repetición.

El Mochuelo se construye de la comunidad para la comunidad. Los recorridos por el museo son guiados por miembros del colectivo L21, con ayuda de los mochuelos cantores, jóvenes de los municipios que participan voluntariamente en el proyecto.
El recorrido por el museo inicia con la entonación de la “Décima del Mochuelo”, un canto que nos cuenta la historia del museo.

Los pasillos del Mochuelo permiten recorrer la identidad de los municipios, explorar las demandas de la violencia, conocer los rostros de las lideresas que han resistido en el territorio y escuchar las voces y cantos de quienes sostienen la fuerte tradición oral de los Montes de María. El recorrido finaliza al centro del museo, construido en forma de espiral, donde se encuentra el árbol de la memoria, una pieza donde se muestran los nombres, lugar de origen y edad de algunas de las víctimas que se llevó el conflicto.

«Este es un espacio donde los que tienen voz la ponen, la colocan aquí y tienen rostros también y tienen nombres y apellidos, y tienen una identidad marcada.»

Julio César García es parte de la Colectiva de Comunicaciones Montes de María Línea 21 desde hace 20 años, organización que gestiona el Museo Itinerante «El Mochuelo». Es originario del municipio de Carmen de Bolivar y de niño tuvo que desplazarse, al igual que miles de Montemarianos más.

Los Montes de María adquirieron relevancia nacional a partir de la narración de la violencia. Tanto medios de comunicación, como la narrativa estatal y la propia sociedad colombiana, señaló a los Montemarianos como posibles guerrilleros, parte de grupos armados o simplemente eran inmediatamente asociados con la violencia. Este fuerte estigma ha acompañado por años a las personas desplazadas, a los habitantes de los Montes de María y al territorio mismo.

Por eso, el Mochuelo vuelve a centrar la mirada en las personas y experiencias de las personas de la región, reflexionando sobre la complejidad del territorio, y remarcando una y otra vez, que quienes habitan los Montes de Marìa son mucho más que las violencias que sobrevivieron.

«Tan importante ese proceso de escucha, esos procesos de sanación que permite a las personas hacer esa catarsis y permite sanar».

El museo es crítico con el hecho de que las instituciones vean la reparación de daño y la construcción de memoria mediante un punto de vista puramente económico, pues para quienes trabajan para que el Mochuelo exista, es central, además, el acompañamiento a los procesos de reflexión y reconciliación tanto individual como colectiva.

Un Mochuelo herido: