Suplantación de identidad: acciones y respuestas desde lo legal hasta el acuerpamiento colectivo. Parte 3

Nov 23, 2022

Por: Alicia Reynoso, Mariel Lara, Elizabeth Avendaño e Ixchel García

“Me preocupó que el contenido que estaban promocionando para la supuesta venta de contenido erótico era de historias de amigas, por ejemplo en clase de burlesque, en ropa interior, de screenshots que obtuvieron del perfil de otras amigas donde ni siquiera aparecía yo. Suplantaban mi identidad pero con imágenes de mis amigas y eso me pareció riesgoso. Un amigo había hecho una denuncia por robo de identidad, por eso supe que es algo que yo también podía hacer, además sabía que instagram iba a tardar muchísimo”.  – Rey

Cuando hablamos sobre suplantación de identidad, para quienes sufren este tipo de violencia digital, existe una necesidad de alternativas legales; en este sentido, la legislación en materia Penal Federal incluye dos delitos que podrían encajar en estos casos: el primero está en el Código Penal Federal artículo 211 Bis, denominado “Usurpación de identidad”, que se refiere a cuando una persona se hace pasar por otra con fines ilícitos (por ejemplo la venta de contenido erótico sin consentimiento), y la segunda está en la Ley Federal de protección de datos personales en posesión de particulares, que en los artículos 67 y 68, habla sobre el uso indebido de datos personales cuando existe una autorización previa por otras cuestiones, por ejemplo trabajo, escuela, etc.

“Lo primero que hice fue realizar una relatoría a la policía cibernética, hice los reportes por la aplicación y media hora después me respondieron para valorar mi caso y pedirme más datos. A la hora de enviar la información extra que me solicitaban me contactó una persona, “la oficial Irus” o algo así, la verdad no sé si era una persona o un bot. Ahí me dijeron cómo hacer la denuncia. Había 2 opciones: 1- Haciéndolo en la agencia del MP y llevar las capturas de pantalla con toda la información o 2- Hacer el pre registro virtual por el portal de la Procuraduría de Justicia. Yo opté hacerlo vía internet. Hice la pre denuncia y se abre un perfil donde adjuntas tu relatoría y capturas de pantalla, ahí mismo en el portal me arrojó un mensaje que decía “usted está siendo víctima de un delito“ y me recomendó que acudiera al Ministerio Público para iniciar la investigación. Me dieron sugerencias de cómo desvincular mi número telefónico de las redes sociales, ya que eso podría dar acceso a personas que me están suplantando, dar de baja las redes o cambiar de número”.  – Rey 

Es importante decir que la vía penal no es la única forma legal que existe, la Ley Federal de Derechos de Autor en el artículo 87, habla sobre el uso específico de imágenes personales que solo pueden ser publicadas con previo consentimiento de la persona o sus representantes legales, consentimiento que también puede ser retirado. Esta Ley nos permite acceder a una alternativa diversa como el juicio ordinario civil, y tener una indemnización por daño moral. Ejemplo de este tipo de juicio es la sentencia en juicio de amparo de Ingrid Coronado contra Grupo Editorial Notmusa (revista Tv notas).

“Yo decidí denunciar y seguir el proceso porque estas leyes existen y quizás si las autoridades o personas encargadas de impartir justicia caen en cuenta que sí hay una demanda por atender estas soluciones, se capaciten o accionen para poder protegernos ante estas violencias. Para mí significaba más el sumar a estos datos, que sepan que nos están violentando a través de las plataformas y que existan soluciones reales desde estas instancias”. – Rey

El derecho a la intimidad de acuerdo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación “es el poder de decisión sobre la publicidad o información de datos relativos a su persona, familia, pensamientos o sentimientos; a la propia imagen, como aquel derecho de decidir, en forma libre, sobre la manera en que se elige mostrarse frente a los demás”. Recordemos que nuestra intimidad, imagen, identidad personal y sexual, es solo nuestra, no de las plataformas, no de quienes nos vulneran y no de quienes las (nos) difunden.

Leyes que no alcanzan

Sabemos que la sola existencia de las leyes no significa necesariamente acceso a la justicia, además, al plano legal se le pueden sumar otras problemáticas como el hecho de que hay leyes planteadas, por ejemplo, desde un nulo entendimiento y capacidad de análisis al diferenciar la trata de personas con fines de explotación sexual y el trabajo sexual, esto ha provocado que se creen regulaciones y leyes que vulneran otros derechos y vidas. Las legislación es a nivel internacional y nacional basadas en una visión del trabajo sexual como intrínsecamente explotador, en discursos que refuerzan la estigmatización del trabajo sexual y borran las experiencias vividas por las/es trabajadoras/es sexuales, son sumamente peligrosas y violentas. 

Dejemos las cosas claras: la trata de personas es un delito tipificado en el Código Penal Federal dentro del artículo 188, y tiene una Ley Federal especial denominada “Ley general para prevenir y sancionar la trata de personas”. La trata tiene como finalidad la explotación entendiéndola como un abuso, es decir, utilizar a una persona para el beneficio personal. La trata con fines de explotación sexual conlleva el engaño, la violencia física o moral, el abuso de poder, el aprovechamiento de una situación de vulnerabilidad, daño grave o amenaza de daño grave o cualquier otra situación que provoque a la persona a someterse a la otra, y en estas situaciones no media el consentimiento libre, autónomo, informado y específico, por el contrario, se trata de una situación de coerción y sometimiento. Mientras que el trabajo sexual deriva de una decisión propia y agencia, con un consentimiento pleno y un fin especifico que es la remuneración económica. Tan sencillo es entender ¡Trabajo sexual, es trabajo!

Acompañarnos frente a la suplantación de identidad

Sabemos que actualmente las alternativas brindadas por las autoridades y las plataformas no son insuficientes. Ante ello, las acciones y respuestas colectivas de la mano de nuestres amigues y personas que acompañan nos brindan también fortaleza, escucha, calma y esperanza cuando nos enfrentamos a la violencia digital. 

Estas son algunos pasos que podemos seguir en caso de que estemos viviendo o acompañemos a alguien que vive algún tipo de violencia digital:

  • Mantener juntes la calma:  

Sabemos que pasar por una situación relacionada a la suplantación o robo de identidad puede generar angustia, enojo, frustración y demás emociones. Es importante respirar, quizá alejarse de los dispositivos momentáneamente, caminar, tomar agua, platicar con las amigas o lo que sea que te funcione para eventualmente poder accionar al respecto. No olvidemos que no estamos soles y que siempre habrá alguien a quien podamos acudir para recibir ayuda.

  • Desactivar la culpa:

Es muy común que al ver que nuestro contenido está siendo utilizado de formas que no consentimos, creamos que es nuestra culpa por haber hecho uso de las redes para expresarnos libremente. No olvidemos que la culpa es una herramienta patriarcal que ha sido utilizada históricamente para silenciarnos y evitar nuestra participación en el ámbito público.

Hacer uso de las redes como lo deseemos, para nuestra expresión sexual, erótica o incluso para solo compartir algo que nos hace felices, ya es un acto revolucionario porque nos negamos a alejarnos de las tecnologías.

  • Crear y compartir información:

La información puede ser una gran aliada para combatir las violencias que experimentamos. A lo largo de los últimos meses, usuaries que han experimentado la suplantación de identidad, han compartido con otres las estrategias que utilizaron para que su contenido dejara de ser utilizado, para dar de baja las páginas falsas de OnlyFans, etcétera. 

Dado que las plataformas no tienen procedimientos tan claros para reducir este modus operandi y las personas agresoras encuentran formas más sofisticadas para agredir, la información que generamos y la forma en la que la compartimos es clave para hacer frente a la violencia en línea.

  • Accionar colectivamente:

Observamos que muchas de las acciones que son exitosas de frente a este problema, logran impacto porque se piensan y generan colectivamente. Ya sean los reportes masivos, compartir la situación entre las redes cercanas o la contención emocional, tienen un factor comunitario que no debemos obviar. 

Podemos construir la resistencia y hacerle frente a la violencia digital entre todes acuerpándonos, reconociendo que no estamos soles, generando alternativas juntes, compartiendo información y herramientas, reportando, acompañando y sumando desde nuestros contextos, cuerpas y experiencias.

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