Mover el cuerpo es expresarnos, liberar y experimentar emociones de todos los géneros posibles, atravesar barreras de condicionamiento que nos hemos impuesto, recurrir a nuestro potencial oculto, hacer lo que no haríamos, dejarnos llevar por melodías, sentir el viento, los músculos, acelerar o disminuir la respiración y el ritmo cardiaco.
Tocar el piso firmemente con los pies, mover la cadera, bailar, brincar, es también poner en acción la energía que tenemos dentro, y que es la misma de la tierra, del cielo y de los rumbos; la energía que hace funcionar el universo y que nos lleva a tener el potencial de #sanar
Río Abierto es una iniciativa que lleva 40 años dinamitando la idea de que las enfermedades, dolencias o el bienestar obedecen a factores externos que pocas veces podemos controlar; y que lo que nos sucede a nivel físico no está relacionado con lo que sentimos y el momento de vida que estamos atravesando.
Alicia Zappi, fundadora de Río Abierto México, Movimiento y Transformación sabe que trabajar con el cuerpo es trabajar con la historia, la memoria, los saberes propios; es reconocer la experiencia que nos ha dado el camino recorrido, abrazar las felicidades y las tristezas acumuladas en ese trayecto.
El movimiento es una herramienta para desatar la energía de nuestros cuerpos, acomodarla en el lugar adecuado, y sobre todo conocer la capacidad de nuestro organismo completo para transformar emociones, expresar y curarse.
Esa capacidad también puede ser transmitida a través de las manos, Río Abierto plantea como una posibilidad de sanación el aproximarnos de manera respetuosa y amorosa a los espacios de otras y otros a través de masajes corporales.
Acudir al espacio de Río Abierto es trabajar con los Centros de Energía que nos integran como organismo, dejar de dividirnos en mente y cuerpo y reconocer la integralidad de mente, cuerpo y vitalidad.
Cuando conocemos el potencial energético de nuestros cuerpos, nos llenamos de paz.