Sanar es un acto colectivo y revolucionario

Feb 12, 2018

¿Qué es la salud? Con esa pregunta, en Luchadoras comenzamos a cuestionarnos muchas cosas: la forma en que la industria médica se ha situado como la única conocedora de nuestro cuerpo, bienestar o dolencias; los mitos e ideas erróneas que existen alrededor de nuestros fluidos, bacterias o ciclos naturales; la falta de reconocimiento a los saberes y conocimientos que las mujeres siempre hemos tenido sobre otras formas de Sanar.

Así fue que nos pusimos en contacto con iniciativas súper poderosas de mujeres que están dinamitando muchas ideas que se tienen acerca de la salud y del cuerpo.  El año pasado publicamos las historias: Entre Nosotras, Río Abierto, Menstruación Consciente y GynePunk,  toda estuvieron llenas de poder, creación, amor  y nuevas formas de entender nuestro cuerpo y nuestra potencia.  

Como todas ellas apelan a la colectividad, la creación de redes y el contacto con otras, nos dimos cuenta que sus historias no podían quedarse en nuestra plataforma on-line y de alguna forma teníamos que llevar a un espacio físico sus experiencias. Así nació la idea de hacer una Jornada de Autocuidado y Cuidado Colectivo, evento que logramos llevar a cabo con el apoyo de Casa Refugio

El pasado 10 de febrero pudimos encontrarnos para #Sanar, durante el día conversamos, bailamos, nos abrazamos con otras, reconocimos a nuestras ancestras, intercambiamos postales, nos detuvimos para respirar. Aquí les contamos las cosas más bonitas que nos dejó este encuentro.

 

CONECTAR CON NUESTRA ENERGÍA SEXUAL

Las mujeres tenemos un gran potencial energético con el que pocas veces conectamos, nuestros ovarios, senos y el útero son órganos cargados de energía sexual capaz de nutrir a nuestros proyectos del amor y potencia que necesitan  para realizarse, esa energía también puede darle a nuestro cuerpo la capacidad de sanar procesos dolorosos o difíciles.

Nuestra amiga, Dunia Verona de Luna Maya nos compartió técnicas de respiración ovárica para conectar con esa energía, fue así que cerramos los ojos, nos conectamos con nuestros órganos e  inundamos el patio de Casa Refugio con esa energía.

Respiración Ovárica en #Sanar. Foto: Eve Alcalá

RECONOCERNOS EN Y CON OTRAS

Durante varios talleres de la jornada, así como en los Conversatorios pudimos compartir nuestras experiencias sobre las formas en las que los discursos médicos o de salud nos han impactado, o nos han obligado a tener repulsión sobre nuestro cuerpo, o nuestras emociones. Fue un ejercicio de usar la voz para contarnos a nosotras mismas.

Nos dimos cuenta que muchas hemos pasado por situaciones similares, nos hemos enfrentado a los mismos temores o dudas, o nos sentíamos como las “bichas raras” al hacer preguntas o sentirnos incómodas en varios momentos. Poner en común lo que nos ocurre nos permite identificarnos con alguien más, solidarizarnos y acompañarnos.

Especialmente, después de una pequeña probadita de las prácticas narrativas, logramos abrirnos para conectarnos con las otras, ahora sabemos que no estamos solas, que hay muchas más como nosotras y que ¡juntas somos más fuertes!

Prácticas narrativas en Encuentro #Sanar. Foto: Eve Alcalá

BAILAR Y SACAR NUESTRA VOZ

Cada vez nos movemos menos, nuestros trabajos, nuestras actividades cotidianas o nuestros propios estilos de vida nos llevan a tener una vida sedentaria, Alicia Zappi de Río Abierto quiere romper con esas rutinas, ella llenó la jornada de música y movimiento, durante su sesión nos conectamos con nuestros centros energéticos.

Brincamos, bailamos, sudamos y gritamos en manada; al final de la sesión la energía y gozo que se sentía en el lugar no dibujaron una sonrisa en el rostro y en los corazones.  

Río Abierto en Encuentro #Sanar. Foto: Eve Alcalá

AMAR NUESTROS CUERPOS

La mayoría de nosotras en algún momento de su vida (si no es que todavía) odio su menstruación, rechazamos la sangre y nos dejamos llevar por las ideas que existen alrededor de ella, y la pensamos como si fuera algo asqueroso o que debíamos mantener oculto. En la Jornada logramos conversar sobre ello y compartir las experiencias que a muchas nos llevaron a reconciliarnos con la sangre menstrual.

Además nos divertimos usando la plastilina para moldear nuestra vagina, como una forma de reconocer y agradecer toda la potencia que tiene en nuestra vida. ¡Gracias Joy!

RECONOCER NUESTROS SABERES

Siempre nos han dicho que si algo nos duele o nos molesta, tenemos que ir al médico para revisarnos y que “alguien más” nos diga que es lo que está “mal” con nosotras y cómo podemos atenderlo. Durante el taller de GynePunk nos dimos cuenta de cómo llegó fue que la medicina pudo tener acceso a esos saberes: explotando nuestros cuerpos. 

Durante esa sesión recordamos que tenemos la capacidad de hacerlo nosotras mismas, y comenzar a explorar la red para construir nuestro propio kit de ginecología.

En nuestra Jornada además de recordar que tenemos la capacidad de reconocer y sanar nuestros cuerpos, también pudimos reconocer los aportes, herramientas y enseñanzas que nos han dejado nuestras ancestras feministas.

¡GRACIAS A TODAS LAS QUE ASISTIERON POR AYUDARNOS A #SANAR  Y POR COMPARTIRSE DE TANTAS FORMAS!

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