Cuerpxs desnudxs que asustan a los algoritmos

Mar 23, 2021

Por: Ixchel García

“Mi cuerpo es tierra, territorio. Nuestros cuerpos más cafés y con rasgos que salen de la norma, tienen un fin transgresor al visibilizar las cuerpas que no están tan presentes en las redes y salir de esa estética hegemónica” Río

“Cuerpo significa conocimiento, descubrimiento, movilidad, identidad. La potencia de la libre expresión corporal en internet es tan versátil y tan amplia como la expresión corporal en esta dimensión material,y quizás un poco más pensando en la posibilidad que ofrecen algunas apps de incluso deformar nuestra identidad” Amantae

“Es resistencia y persistencia para una cuerpa gorda desde niñe. El cuerpo ha sido un lugar de desencuentro, ataque, violencia, por eso explorar la corporalidad y el erotismo desde internet implica reivindicación y libertad para potenciar y mostrar mi existencia a través de la gordura, el erotismo y el placer” Jess

“La desnudez propia y la de otras identidades más allá de lo erotico sexual es bastante liberadora. Las exploraciones de las corporalidad son un reivindicar al cuerpo, verlo de una forma bonita cuando antes no lo hacías y encontrar la belleza que antes no te hicieron sentir. A su vez, la desnudez de mi cuerpo en internet es un proyecto de exploración y creatividad personal, que disfruto hacer y compartir con un grupo cercano” 

-Flor

Las opresiones nos han seguido al espacio digital

Las mismas plataformas que se presentan como espacios para potenciar voz, discursos y resistencias, también son un lugar de acoso y silenciamiento donde se recrudece la violencia. El cuerpo, la desnudez, el sexo y la sexualidad de las mujeres y las corporalideades e identidades disidentes, son las más afectadas por el silenciamiento y posturas restrictivas de las redes sociales. La censura algorítmica replica la mirada masculina, occidental y moralizante en línea. Tal desequilibrio de poder dentro de las redes sociales se ha vuelto evidente y por eso tenemos que cuestionar qué pasa cuando se borran y censuran estas imágenes. 

Cuando hablamos de censura en Instagram nos referimos a dos tipos que, aunque distintos, su fin es el mismo: silenciar la existencia, la voz y la libre expresión. Existe el baneo en la sombra que es un tipo de censura “light” donde se ocultan las publicaciones y/o perfil, ya sea por el contenido que subes o por los hashtags a los que se te asocia y eso te impide tener más alcance o ser visible; además las personas usuarias no están informados cuando se limita su visibilidad. Y existe la censura definitiva que la podemos ubicar en el borrado de publicaciones o la eliminación total de la cuenta. 

Reuben Negron, artista censurado y curador de la galería virtual Don’t Delete art, comenta que “las redes sociales dictan lo que es aceptable y lo que no, y eso está cambiando la percepción pública de lo que queremos ver”. Esos rasgos, cuerpos e ideas que se eliminan son silenciadas y borradas. Estas acciones tienen impacto que atraviesa, se estanca y repercute fuera de la virtualidad.

Pandemia, restricción y construcción en la red

Ha pasado ya un año desde la primavera del 2020 cuando en México y el resto de latinoamérica implementaron medidas de cierre como protección contra el coronavirus, gran parte del trabajo, la educación y las interacciones sociales se trasladaron en línea. Las redes sociales como espacios de encuentro, movilización y creación tomaron mayor potencia. Flor comenzó sus exploraciones de desnudos tras un intercambio de nudes en la primera cuarentena, mientras que las normas comunitarias de Instagram se reestructuraron siendo aún más restrictivas. Fotografías que antes no habían sido removidas y que tenían años de haber sido publicadas, fueron bajadas. A Río, fotógrafo y videasta trans no binarie, le eliminaron una fotografía recientemente de un seno que decía “Free the nipple” la cual publicó en el 2015. 

Antes de la pandemia, las plataformas de redes sociales ya han sido señaladas por censurar erróneamente contenido que consideraban “peligroso” para la comunidad. Pero hagamos un paréntesis y pensemos ¿qué comunidad? Si bien las redes sociales se describen a sí mismas como plataformas, gracias a su propia naturaleza se han conceptualizado como un híbrido, un nuevo conjunto de espacio(s) donde las personas nos encontramos e interactuamos y a su vez como espacios o redes “corpo-cívicas”, menciona Carolina Are, la investigadora, bailarina de tubo y fundadora de la campaña contra la censura de Instagram #AreEveryBODYVisible.

En el ensayo “Un espacio corpo-cívico; una noción para abordar el híbrido cívico corporativo de las redes sociales”, la investigadora Are plantea lo siguiente; “Un espacio cívico es como una “plaza pública” accesible para todos, un espacio para que las personas expresen su propia libertad de expresión y un escenario donde los usuarios formulan ideas, discutiéndolas tanto con personas de ideas afines como con quienes no están de acuerdo, las redes sociales definitivamente presentan elementos de la descripción de los espacios cívicos. Sin embargo, estas plataformas también son entidades corporativas, propiedad de corporaciones que se benefician y lucran de los datos de los usuarios”.

Remoción de contenido y algoritmo que censura

Está claro que los procesos de censura y eliminación de cuentas de Instagram resultan poco claros, turbios e hipócritas, como aquella política de “contenido vagamente inapropiado”. Instagram ha reiterado la importancia de las pautas expuestas en las normas comunitarias cuando se trata de censura, afirmando que quieren cuidar a su comunidad de diferentes edades, orígenes y creencias. 

La postura sobre desnudez y sexualidad en Instagram es problemática desde el cómo es definida. En las normas comunitarias se les agrupa con una variedad de actividades ilegales como son el terrorismo. Tenemos que considerar que la desnudez y la sexualidad son un aspecto clave de la vida humana. Esconderles como algo ilegal y vergonzoso es moralista, particularmente porque las redes sociales juegan un papel vital en la apertura de conversaciones sobre el consentimiento, la sexualidad, la diversidad corporal, y por estas posturas y lineamientos, este espacio está en riesgo y se está eliminando.

“Muchas veces he pensado si mudarme a otra plataforma, pero las que yo conozco que son más abiertas con los desnudos, se utilizan para generar dinero a partir de tu contenido, y eso está bien. Pero yo no quiero generar dinero, es más como un hobby y un proyecto de compartir entre amigues cercanes y que disfruto hacer”.  (Flor)

¿Cómo funcionan los algoritmos para diferenciar entre una mujer en lencería y una mujer en bikini en la playa? ¿Dónde marcan la línea? Las redes sociales son el ejemplo de la globalización, porque cuando hablamos de remoción de contenidos el contexto importa. Sin embargo “no es solo es el que te remuevan tu contenido, es qué permiten que se quede: artistas pop, figuras hegemónicas, cuerpos masculinos y cis, que le sirve al capital, y cómo se nos violentan con eso, al borrarnos a nosotres “ menciona Río.

¿Sobre qué mirada se toman las decisiones de remoción? ¿Cómo es que las cuentas de las celebridades o figuras con cierto número de seguidores que postean contenido de desnudo y sexualidad, no son desactivadas o prohibidas? Las respuestas a estas preguntas  empiezan con el capital y el sistema. 

La remoción de contenido sostiene una supuesta ética de valores comunitarios que reproducen ideologías privativas y moralizantes “¿cuáles son las ideas que siguen sosteniendo este tipo de violencias? Son violencias estructurales que a nosotres nos eliminen y a les otres les permitan quedarse, y hay que nombrarlas. Esos lentes del bien y lo moral, bajo los cuales se construyen las normas de las plataformas, son finalmente blancas, planteadas desde un lugar de depuración, una estética (occidental), de lo bonito”, agrega Jess, sexologue, psicoterapeuta y creadore de conteido erótico. 

Las políticas de remoción de contenido injustamente planteadas afectan principalmente a personas educadoras, artistas, trabajadoras sexuales, corporalidades e identidades diversas y disidentes. Instagram ha estado ocultando y eliminando publicaciones que considera sexualmente sugerentes o inapropiadas. El trabajo, proyectos y exploraciones personales de Amantae, Flor, Jess y Río se ha visto afectado, y no es solo en el plano de lo social y/o laboral. 

A Instagram se le ha señalado a nivel internacional pero continúa negando la focalización intencional a comunidades específicas. 

“Subí una fotografía donde se veía mi cuerpa del glúteo para arriba y los senos, solo era el contorno en una cortina que amortigua la luz, no se veía nada. No pasaron ni cinco segundos e Instagram me mandó un mensaje diciendo que mi contenido era sexualmente explícito y me bajaron la foto. En otra ocasión subí una donde yo estaba sentada, incluso censure mis pezones con pixeles, se me veía la panza y una parte del vello pubico y de nuevo lo bajaron diciendo que era contenido sexualmente explícito. Yo no entiendo, ya me autocensuro y siguen bajando el contenido”.  (Jess)

La desnudez y la sexualidad (cuando se contextualizan) no son intrínsecamente riesgosas y merecen una moderación humana en lugar de algorítmica.

“Me da miedo sobre todo perder la cuenta, si bajan algo, no me dejan mover mis proyectos de erotismo y cuerpos. Pero lo que me da miedo es que tengo muchas cosas en mi cuenta de Instagram, ya tiene años, y no quisiera perderlas. Yo busco muchas formas para poder subir el contenido y no lo bajen, pero cansa y te desanima”. (Río)

Entendemos lo complejo de regular contenido sin terminar con una censura innecesaria (como está sucediendo ahora) o contenido que sea realmente peligroso y no lo registre el algoritmo ¿Cómo plantear normas comunitarias éticas que refuercen las ideas de libertad de expresión y a su vez protejan contra violencias que se perpetúan en línea? Para eso necesitamos mecanismos con mayor enfoque en la moderación humana y con mayor transparencia sobre qué implica la desnudez y sexualidad. Necesitamos redes más abiertas e inclusivas en la toma de decisiones. Expresar(nos), explorar(nos) y nombrar(nos) es resistir, las redes tiene esa posibilidad y herramientas para potenciar(nos).

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