Por: Mariel Domínguez y Alicia Reynoso
En los últimos meses se han popularizado noticias, videos y artículos sobre las plataformas “OnlyFans” y “JustForFans”, ya sea por los beneficios económicos provenientes de utilizarlos, por tips e información para las usuarias, pero también por los múltiples casos de personas que están viviendo situaciones de violencia digital en estos espacios a nivel mundial, como la suplantación de identidad para crear perfiles falsos que difunden contenido íntimo y privado de otras personas, en su mayoría, mujeres.
OnlyFans y JustForFans son plataformas donde las personas pueden pagar por contenido exclusivo como fotos, videos y transmisiones en vivo a través de una membresía mensual. Al inicio tuvo el perfil de una aplicación mayoritariamente usada para unir a artistas con fans, pero con el paso de la pandemia predominó un uso de intercambio pagado de contenido erótico y sexual, aunque todavía hay personas creadoras de contenido de otro tipo, no sexual, que usan esta herramienta para llegar a mayores audiencias.
Estas plataformas han sido útiles, por ejemplo, para trabajadoras sexuales, abriendo el abanico de posibilidades para desprecarizar su labor. Por ejemplo, las creadoras de contenido reciben dinero sin tener que interactuar con los clientes en persona, ellas controlan directamente la cuenta y deciden sobre el contenido que generan.
Sin embargo, su uso también conlleva riesgos. Y es que la tecnología no es neutral, y las desigualdades estructurales que se extienden al espacio digital son una extensión de las violencias estructurales. Estas plataformas también están siendo usadas para atacar a las mujeres, por ejemplo, a través de la creación de cuentas falsas para difundir contenido íntimo sin consentimiento.
¡Cuidado! Cuentas falsas para difusión de nudes no consentidas
Durante la pandemia se volvió más frecuente el robo de fotos de mujeres de sus cuentas de redes sociales como Instagram, para crear perfiles falsos y vincularlos a cuentas de OnlyFans y JustForFans para difundir y vender contenido sexual sin el consentimiento de las usuarias.
La estrategia de ataque es la creación de una cuenta falsa que empieza a seguir sistemáticamente a cientos de cuentas que son fans del usuario auténtico. Crean una biografía similar a la cuenta que quieren emular, y al mismo tiempo bloquean la cuenta auténtica para que no le pueda darse cuenta o seguir la pista de lo que está pasando.
Capping. Fugas de contenido exclusivo.
La violencia en estas plataformas también está llegando de otras formas a mujeres que sí abrieron una cuenta por decisión propia. ¿Cómo? A través del llamado “capping”, una práctica en la que los agresores toman capturas de pantalla o grabaciones no autorizadas y luego las comparten en otro lugar de internet. ¿Por qué es una agresión?, porque va contra el acuerdo original de distribución de dicho contenido tal como fue estipulado por su creadora.
Las usuarias de esta plataforma también han reportado recibir amenazas de muerte o violación, y ser víctimas de “doxing”, una forma de ataque que consiste en publicar información privada o delicada sobre las creadoras de contenido sin su permiso después de investigarlas a profundidad en Internet.
Algunas de las consecuencias de esta forma de agresión son muy preocupantes, ya que generan un impacto profundo en la vida de las víctimas, afectan sus redes sociales, relaciones personales y enfrentan desprestigio, lo que las obliga a cambiar el contenido que comparten y no se sienten seguras de tener sus cuentas públicas.
La decisión sobre el carácter público o privado de nuestra información en Internet debería ser una decisión personal, consciente y voluntaria, no influenciada como consecuencia de los usos perjudiciales que dominan el campo digital, sobre todo, cuando se trata de la expresión de nuestros cuerpos.
¿Qué han hecho las usuarias para enfrentar estas violencias?
Documentar, investigar y compartir información con otras que pasan por la misma situación. Es notorio el esfuerzo colectivo para bajar y reportar las cuentas de Instagram, así como buscar y compartir acciones preventivas al respecto.
La creación de este tipo de contenido falso comparte elementos comunes, por ejemplo, se hace a través de plantillas que están montadas en plataformas de desarrollo web como Wix y WordPress. Denunciar esas cuentas ante ambas empresas es importante:
En el caso de Wix usa el siguiente formulario https://support.wix.com/es/article/denunciar-contenido-abusivo
Para WordPress en https://wordpress.com/abuse/.
En el mundo digital la sofisticación de los ataques digitales evoluciona en tiempo real. Hace falta el compromiso por parte de las plataformas implicadas para invertir en combatir esta situación y procurar entornos seguros para sus usuarias.
El cuerpo de las mujeres sigue siendo un territorio en disputa incluso en el ámbito digital. Cuando somos agentes de nuestro propio deseo, el patriarcado se filtra para aprovechar nuestras expresiones sexuales y convertirlas en formas de abuso, y así reproducir la violencia. Las plataformas tienen la capacidad de analizar lo que sucede en sus espacios, generar investigación de calidad que permita crear conocimiento y estrategias para hacerle frente y poder brindarnos alternativas para poder navegar libres y seguras en línea.
