Gabriela Gómez, en defensa de la comunicación digital indígena

Sep 5, 2018

Al norte de Ecuador, desde las comunidades de Saraguro, Panzaleo y Kitu Kara, El Churo, incitativa ciberfeminista invita, convoca, moviliza y festeja la lucha de los pueblos originarios desde los espacios digitales.

El nombre de este espacio viene de la tradición de los pueblos andinos de Abya Yala, quienes antiguamente utilizaban el “churo” o caracol como un instrumento de comunicación. El  Churo con un “movimiento de abajo, a la izquierda”, propone  generar espacios de discusión y análisis a partir del feminismo y la comunicación. Como una manera de ocupar y transgredir los entornos digitales, así como para generar, responder y fortalecerse ante la violencia online y offline.

Platicamos con Gabriela Gómez, integrante de esta colectiva, quien a partir de lo tecnológico crea alianzas y estrategias para potenciar el activismo digital en la democratización de la comunicación. Gabriela comparte con nosotras tres puntos clave para motivarnos en la lucha digital:

LA COMUNICACIÓN DEBE SER LIBRE INTERCULTURAL, INCLUYENTE, DIVERSA Y PARTICIPATIVA

“Nosotras como activistas por la comunicación feminista, de los pueblos y la visibilidad de las mujeres indígenas, creemos que la comunicación es el primer derecho que se debe reivindicar”. Hay que “utilizar la tecnología para que las voces de las mujeres indígenas sean escuchadas, para intercambiar conocimiento y contraatacar la violencia, la invisibilización, la cosificación y la estereotipificación de las mujeres y las  diversidades sexuales”.

ENSEÑEMOS, APRENDEMOS Y (RE) APROPIÉMONOS DEL CONOCIMIENTO

“Creemos necesario aprender de las herramientas necesarias para hacer uso de la tecnología y el internet. Pero también, a perderle el miedo a lo digital, a saber, qué tiene, cómo funciona y apropiarnos de esta”.

El Churo ha procurado motivar la articulación, la comunicación y el intercambio de conocimientos en torno al uso de herramientas digitales. Al crear ejercicios de aprendizaje comunitario “hemos visto un cambio, hemos ido evolucionado y nuestras voces han dado paso a nuevas narrativas”. Como en la Escuela de tecnologías libres, “La Libre, proyecto que nace desde la colectiva con la intención de  nutrir(se) del aprendizaje en conjunto, y crear contenido hecho por y para la comunidad.

ES IMPORTANTE TOMAR EL ESPACIO PÚBLICO, PERO TAMBIÉN EL VIRTUAL

Con espacios que permiten discutir, analizar, debatir y aprender en comunidad, los procesos sociales y de comunicación se han visto fortalecidos. Debemos considerar que la lucha por la soberanía digital y las libertades en línea no son necesariamente nuevas sino una continuación de luchas políticas ya existentes.

“La Internet es el nuevo espacio público, donde ahora están presentes, la lucha y las reivindicaciones de grupos sociales”. Entendamos que “lo online es una extensión de lo offline, se reproducen estereotipos, machismos y violencia(s), es importante que nosotras ocupemos también estos espacios para contraatacar con información, vivencias e historias desde los teclados, las radios, y otros canales”.

Finalmente, las herramientas digitales potencian la expresión, pero no basta con hacer uso de las tecnologías, hay que repensarlas y hacer una apropiación crítica desde nuestra lucha.“En las comunidades donde trabajamos, la brecha digital es muy amplia, hay una evidente desigualdad y por lo mismo muchas compañeras y compañeros tienen un recelo ante lo tecnologico”. Pero, lo tecnológico actualmente “es una parte esencial de la vida, para nosotras es un punto de entrada a la disputa, es un espacio para motivar y sembrar esa semilla, que promoverá, dará a conocer y a escuchar nuestras experiencias y las de otras compañeras y compañeros”. Recordemos que la lucha por la autonomía y democratización no está solo en las calles.

 

 

 

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