[vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_column_text]Internet es un espacio en donde las mujeres nos hacemos visibles y presentes. Lo habitamos, transformamos y construimos, aunque no siempre se nos reconozca ese papel como creadoras.
La realidad es que desde que Ada Lovelace, la primera programadora de la historia, sentó las bases del internet, las mujeres nos apropiamos de ese nuevo espacio.
Para la comunidad feminista, el internet ha posibilitado nuevos canales de expresión, organización y creación de redes, así como nuevas formas de denuncia de agresiones machistas y discriminatorias que enfrentamos todos los días.
Alzar la voz, comunicarnos, informarnos y decir lo que pensamos, queremos o sentimos, no ha gustado siempre. En internet la violencia se ha intensificado y tiene la intensión de silenciarnos.
Durante el primer trimestre del año, Luchadoras, La Sandía Digital y APC posibilitamos un espacio de escucha, acompañamiento y reflexión para comenzar a mapear los efectos y consecuencias que las agresiones y violencias a través de la tecnología dejan en nuestro cuerpo.
Compañeras que han enfrentado algún tipo de agresión nos contaron que los comentarios sexistas, las amenazas de violación o las imágenes de mujeres descuartizadas (por mencionar algunas formas) que reciben a diario en sus redes sociales han impactado en muchos ámbitos de su vida.
“Pensamos dos veces antes de publicar algo”, “nos cuestionamos si debemos subirlo a una u otra red social”, “me provoca un enojo que cargo todo el día”, “me revuelve el estómago”, fueron algunas de las afectaciones que nos compartieron.[/vc_column_text][nectar_single_testimonial testimonial_style=»bold» color=»Accent-Color» quote=»Quieren que abandone las redes sociales, cosa que no va a suceder.»][vc_column_text]Las agresiones tienen un propósito claro: silenciarnos, Las feministas y las mujeres que habitamos el espacio digital también tenemos algo claro: “tenemos derecho a navegar seguras”.
Por ello, ante la violencia y agresiones en línea, creamos, construimos y compartimos estrategias para defendernos juntas y seguir construyendo #InternetFeminista[/vc_column_text][vc_video link=»https://youtu.be/Twbv7G82dFQ»][/vc_column][/vc_row]