Ves un pequeño teatro, decides entrar y te sientas en primera fila a esperar que la magia suceda, quedas encantada por una obra a cargo de mujeres titiriteras. Detrás de una obra de títeres o marionetas, existen esos cuerpos humanos que a través de su arte, su movimiento, su expresión, le dan vida a esos personajes, esos que no necesitan tener una figura humana para entretenerte, contarte una historia o transmitirte un mensaje, así es el mundo de Xareny.
Xareny Orzal es una actriz titiritera egresada de la Escuela Nacional de Arte Teatral, quien se enamoró de la magia de los títeres al descubrir que ahí la principal regla es pasarla bien, sabe que hay muchas que cosas que puede lograr con ellos: conseguir que las personas dejen de lado sus juicios y se dejen llevar por la magia de las marionetas, se dio cuenta de que podía ser “políticamente incorrecta” y encontró otra forma de decir lo que piensa y cree.
Un títere puede romper barreras, representar lo que el espectador cree que es, no necesita tener un género, un cuerpo definido, un status, ni siquiera una edad; el títere tiene un mundo de posibilidades, de formas.
“En la situación en la que yo me encuentre, yo sé que lo puedo sacar y lo puedo adaptar a lo que se necesite, a un niño, a un adulto a un lo que sea, a una niña , a una viejita, quien esté cerca de mí se va sentir identificado…”
Existen diversos tipos de títeres: entre ellos las marionetas, que se mueven con los hilos; los bocones, que parecen que hablan porque mueven la boca; los de manipulación directa; los títeres corporeos, que necesitan que alguna parte del cuerpo del titiritero esté complementamente en él o sea el títere; los títeres mixtos, los híbridos que son combinaciones de estilos; los de papel y los de objetos.
Xareny nos explica que el mundo de los títeres, también, está dominado por los hombres. Aunque poco a poco existen más mujeres titiriteras que están abriendo las posibilidades de contar otras historias y definiendo qué mensajes se pueden dar y los personajes que se pueden crear.
“Si más personajes femeninos existen para ser interpretados, más necesidad de mujeres hay y mucha más posibilidad de dar puntos de vista y de cambiar visiones y de abordar temas existen, si las mujeres estamos dentro”.
Para conocer más de estas genias que están creando, manipulando y hablando con títeres, Xareny nos presentó a dos grandes titiriteras. La primera es, Haydeé Boetto, una titiritera, constructora, directora y dramaturga mexicana que trabaja en televisión y teatro, y que a ojos de Xareny, tiene un trabajo honesto, creativo y es un excelente referente de la exploración que se puede hacer con un títere.
“He visto cosas increíbles que pueden convertirse en algo expresivo en escena con ella y además creo, es una persona creativa digna de seguir, que tiene ética, que es amable, que es generosa y eso me parece fundamental para cualquier artista..”
Haydeé, ha dirigido alrededor de 15 obras de teatro, participado en más de 50 montajes e imparte talleres de actuación, improvisación, teatro de objetos y procesos creativos en distintas instituciones.
La segunda Genia que nos recomendó Xareny, es Mireya Cueto, una guiñolera por excelencia y gran impulsora del teatro y literatura infantil del siglo pasado. Fue un parteaguas para que las mujeres pudieran hacer y trabajar con títeres.
“Es una de las más grandes guiñoleras y que además me parece que tiene un cuidado estético, de discurso y de manipulación, que me pone a mí un estándar muy alto para lograr ser un día como ella.”
Actualmente, Xareny trabaja en Once Niños y en Nat Geo Kids, esta genia imparable, tiene en mente hacer coplas musicales para niños migrantes, para ayudarles a visualizar el poder de la palabra, de su voz y de mostrarles que si hablan, alguien los va escuchar y las cosas pueden cambiar.
“No quiero hacer un proyecto triste, no quiero hacer un proyecto para decir que la están pasando muy mal, porque creo que ellos ya lo saben, quiero hacer un proyecto para que se diviertan, para que se rían y para que canten conmigo y para que aprendan que las palabras, que su voz es muy importante.”