[vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_column_text]¿Quiénes han escrito la historia?, ¿Quiénes definieron a “los héroes que nos dieron patria”?
La historia ha sido escrita por conquistadores. Las guerras y la dominación se han erigido como “los grandes acontecimientos humanos”… ¿y quién dijo que fuera así?. Grupos de hombres matando a otros hombres, saqueando pueblos, incendiando casas, tomando por la fuerza a las mujeres como botín de guerra.
¿Por qué la historia ha sido el recuento de la dominación? Esa es la historia del patriarcado.
Hoy, en México, las mujeres estamos librando una batalla por nuestras vidas. En contra del odio hacia nosotras. Por nuestra libertad, nuestro derecho a decidir, nuestra existencia. La nuestra es una historia de liberación.
Hoy somos históricas.
Lo cuestionamos todo.
Porque la historia también ha sido nuestra, y hoy que nuestra voz es más fuerte que nunca, sabemos que no necesitamos ser contadas por otros. Estamos haciendo historia. Estamos contando nuestra propia historia en tiempo real.
No somos histéricas, SOMOS HISTÓRICAS.
Hoy abrazamos a las que siempre hemos sido. La historia oculta y no reconocida de nuestra hermanas, nuestras ancestras. La nuestra es una genealogía libertaria donde están las mujeres que se sumaron a las filas de la Revolución Mexicana, y las madres de víctimas de feminicidios que tomaron la sede de la Comisión de Derechos Humanos el pasado 3 de septiembre de 2020.
La “patria” nos ha asesinado, pero hoy las mujeres creamos espacios de refugio y protección entre nosotras. El amor y la exigencia colectiva son nuestra “matria”.
En Luchadoras honramos con esta monografía a las mujeres que hoy, seguimos haciendo historia. Ellas son:[/vc_column_text][divider line_type=»No Line»][vc_custom_heading text=»Las soldaderas» font_container=»tag:h2|text_align:left|color:%2320c57e» use_theme_fonts=»yes»][divider line_type=»No Line»][vc_column_text]También llamadas “Adelitas”, por Adela Velarde Pérez, enfermera de Ciudad Juárez que atendió a los heridos villistas de la División del Norte.
Mujeres que se cruzaron las carrilleras sobre sus pechos, cargadas de balas, tomaron las armas, rompieron toda norma social y salieron a luchar en la Revolución Mexicana.
Carmen Parra, Juana Gutiérrez de Mendoza y “La China” fueron tres de las participantes más reconocidas. Algunas se convirtieron en coronelas con mucha gente a su cargo. [/vc_column_text][divider line_type=»No Line»][image_with_animation image_url=»8194″ alignment=»center» animation=»Fade In» border_radius=»none» box_shadow=»none» max_width=»100%»][divider line_type=»No Line»][vc_custom_heading text=»Las sufragistas» font_container=»tag:h2|text_align:left|color:%2320c57e» use_theme_fonts=»yes»][divider line_type=»No Line»][vc_column_text]Desde finales de 1800 las mujeres en México empezaron a exigir el derecho al voto. En 1925 Chiapas fue el primer estado que permitió a las mujeres participar en procesos electorales como votantes y candidatas.
El 17 de octubre de 1953 con la reforma al Artículo 34 de la Constitución, se reconoce a las mujeres mayores de 18 años como ciudadanas con derecho a voto, y en las elecciones del 3 de julio de 1955, las mujeres mexicanas acudieron por primera vez a las urnas.
El movimiento sufragista mexicano tuvo grandes voceras a nivel nacional: Hermila Galindo originaria de Durango, y en Yucatán las feministas Elvia Carrillo Puerto, Beatriz Peniche Ponce y Raquel Dzib.[/vc_column_text][divider line_type=»No Line»][image_with_animation image_url=»8203″ alignment=»center» animation=»Fade In» border_radius=»none» box_shadow=»none» max_width=»100%»][divider line_type=»No Line»][vc_custom_heading text=»Las zapatistas» font_container=»tag:h2|text_align:left|color:%2320c57e» use_theme_fonts=»yes»][divider line_type=»No Line»][vc_column_text]El 31 de diciembre 1993 después de una consulta impulsada por las Comandata Ramona y Susana, el EZLN adoptó la “Ley Revolucionaria de Mujeres”.
Desde el levantamiento en Chiapas en 1994 las mujeres han participado cada vez más en la vida de las comunidades zapatistas como dirigentas, milicianas, encargadas de salud (hueseras y parteras) y educadoras.
Las zapatistas, desde las abuelas, las jóvenes y las niñas, han conquistado su libertad y autonomía al lado de la de sus comunidades, son referentes de la lucha por la igualdad de género. El 8 de marzo de 2018 convocaron a más de ocho mil mujeres de todo el mundo en el caracol de La Garrucha para el “Primer Encuentro de Mujeres que Luchan”. [/vc_column_text][divider line_type=»No Line»][image_with_animation image_url=»8202″ alignment=»right» animation=»Fade In» border_radius=»none» box_shadow=»none» max_width=»100%»][divider line_type=»No Line»][vc_custom_heading text=»Las ciberfeministas» font_container=»tag:h2|text_align:left|color:%2320c57e» use_theme_fonts=»yes»][divider line_type=»No Line»][vc_column_text]Las mujeres siempre han sido creadoras de tecnologías, desde las tejedoras hasta las programadoras, apropiarse de las tecnologías ha sido una estrategia para combatir el patriarcado.
Algunas ciberfeministas son Ada Lovelace, considerada la primera programadora de la historia porque en 1843 escribió el primer algoritmo para una computadora; Hedy Lamarr, que en 1942 creó la técnica usada para comunicaciones wireless; y la filósofa Dona Harraway en 1985 escribió el “Manifiesto Cyborg”.
Hoy Internet se ha convertido en un espacio público para desafiar los estereotipos de género, y las ciberfeministas son las cracks del ciberespacio, desde las programadoras, las que hacen sexting seguro, y las que usaron el hashtag #MeToo para denunciar públicamente a su acosador. Todas podemos ser ciberfeministas.[/vc_column_text][divider line_type=»No Line»][image_with_animation image_url=»8204″ alignment=»center» animation=»Fade In» border_radius=»none» box_shadow=»none» max_width=»100%»][divider line_type=»No Line»][vc_custom_heading text=»Las madres» font_container=»tag:h2|text_align:left|color:%2320c57e» use_theme_fonts=»yes»][divider line_type=»No Line»][vc_column_text]Han encabezado la lucha contra el feminicidio en México. Se han convertido en activistas al buscar justicia para sus hijas, son investigadoras y buscadoras que se han enfrentado a la falta de acción y la impunidad del Estado.
Las madres convirtieron las cruces rosas en su estandarte desde 1993 en Ciudad Juárez, y han luchado por demostrar, como dice la consigna, que el asesinato de sus hijas “¡No fue suicido, fue feminicidio!”.
Algunas de las figuras más emblemáticas han sido Norma Andrade, madre de Lilia; Irinea Buendia, madre de Mariana Lima; Araceli Osorio, madre de Lesvy Berlín; y Yesenia Zamudio, madre de Marichuy, que ha dicho: “Y la que quiera romper que rompa. Y la que quiera quemar que queme y la que no, ¡que no nos estorbe!”.[/vc_column_text][divider line_type=»No Line»][image_with_animation image_url=»8205″ alignment=»center» animation=»Fade In» border_radius=»none» box_shadow=»none» max_width=»100%»][divider line_type=»No Line»][vc_custom_heading text=»La Marea Verde» font_container=»tag:h2|text_align:left|color:%2320c57e» use_theme_fonts=»yes»][divider line_type=»No Line»][vc_column_text]En Argentina desde 2005, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito trabaja para lograr la despenalización del aborto. Y en septiembre de 2018 la movilización de miles de mujeres convirtió en emblema el pañuelo verde, que hoy es símbolo de lucha por el derecho a decidir en América Latina. ¡La maternidad será deseada o no será!
En México el aborto se despenalizó en la capital en 2007; y doce años después, en 2019 en Oaxaca. A nivel nacional el aborto clandestino es la cuarta causa de muerte materna, según el Observatorio de Muerte Materna.
En todo el país el aborto es legal cuando es producto de una violación sexual, y las autoridades de salud están obligadas a proveer el servicio a las mujeres que lo soliciten por esta causa según la Norma-046. Aún así, en algunos estados del país el aborto por otras causas sigue siendo un delito, que incluso criminaliza a las mujeres que tienen abortos espontaneos por causas naturales. [/vc_column_text][divider line_type=»No Line»][image_with_animation image_url=»8206″ alignment=»center» animation=»Fade In» border_radius=»none» box_shadow=»none» max_width=»100%»][divider line_type=»No Line»][vc_custom_heading text=»El bloque negro» font_container=»tag:h2|text_align:left|color:%2320c57e» use_theme_fonts=»yes»][divider line_type=»No Line»][vc_column_text]Mujeres anónimas cubiertas en capuchas color negro, son conocidas como “El bloque negro”. Su forma de protesta es la “acción directa”, que desmitifica la naturaleza “pasiva” de las mujeres. Actúan a través de la acción directa, en la intervención de paredes de instituciones públicas y monumentos como forma para confrontar e incomodar.
Son grupos de mujeres que se identifican con una postura antisistema, de herencia anarquista y punk, proponen una estructura política sin centro y sin cabeza, una forma de autoridad que se reparte entre todas las personas. Entre sus referencias está Emma Goldman, que dijo “Nunca consentiré ni me someteré a la autoridad”. Según Susan Brown se oponen a todas las relaciones de poder y buscan la liberación total de toda manifestación autoritaria.
Para ellas no importan sus rostros ni los liderazgos individuales. En medio de sus protestas se acuñó la consigna “Fuimos todas”. Son mujeres que atraviesan el miedo, abrazan el dolor y el riesgo con valentía. Son las que dicen: “Que arda el mundo si un día me faltas”, las que dejan huella en tinta y ceniza. Son la ternura radical, la fuerza como caricia. [/vc_column_text][divider line_type=»No Line»][image_with_animation image_url=»8207″ alignment=»center» animation=»Fade In» border_radius=»none» box_shadow=»none» max_width=»100%»][divider line_type=»No Line»][vc_custom_heading text=»Las colectivas» font_container=»tag:h2|text_align:left|color:%2320c57e» use_theme_fonts=»yes»][divider line_type=»No Line»][vc_column_text]Las enseñaron a ser rivales, pero ellas decidieron ser hermanas. Las colectivas son grupos de mujeres que se organizan y deciden actuar juntas, son grupos de cuidado mutuo y apoyo, que activan a través del arte, el performance, la protesta social, las mercaditas autogestivas, lecturas poéticas y brigadas callejeras.
Son grupos de acompañamiento contra la violencia física, sexual o cibernética; grupos de acompañantes de aborto, grupos para vigilar la seguridad en las colonias, grupos de WhatsApp para monitorear que lleguen seguras a casa.
Jóvenes de escuelas y universidades, son conocidas como “La Cuarta Ola”. Nuevas generaciones que combaten el dicho popular “Mujeres juntas, ni difuntas”, que históricamente ha tratado de separarlas; y que en respuesta crearon la consigna “Me cuidan mis amigas, no la policía”.[/vc_column_text][divider line_type=»No Line»][image_with_animation image_url=»8208″ alignment=»» animation=»Fade In» border_radius=»none» box_shadow=»none» max_width=»100%»][divider line_type=»No Line»][vc_custom_heading text=»La manada» font_container=»tag:h2|text_align:left|color:%2320c57e» use_theme_fonts=»yes»][divider line_type=»No Line»][vc_column_text]“Somos manada” y “No están solas”, se han vuelto consignas feministas para mandar un mensaje sobre el carácter colectivo de la lucha feminista. Apelan al principio de “sororidad”, la hermandad entre mujeres, que Marcela Lagarde considera como una propuesta política. Es un pacto de confianza y apoyo mutuo entre mujeres, que parte de las situaciones de violencia y discriminación que afectan a todas por su género.
“La manada” también se refiere al grupo de “lobas”, el arquetipo de la mujer salvaje acuñado por Clarissa Pinkola Estés en su libro “Mujeres de corren con lobos”, herederas de las diosas Coaticue, Durga, Nyx; la fuerza vital de toda mujer que emerge como un aullido.
Con la consigna “La manada somos nosotras”, las feministas ibéricas se reapropian del concepto de “La Manada”, un grupo de sevillanos que en 2016 violaron y grabaron a una joven durante las fiestas de San Fermín, enfrentando un juicio lleno de misógina y revictimización, que después de manifestaciones masivas logró una sentencia condenatoria contra los agresores.
La manada feminista somo nosotras, compañeras, feministas, hermanas, amigas, madres, hijas, brujas, guerreras. Mujeres juntas. Desobedientes, libres. Nos hacemos fuertes porque compartimos ser vulnerables.
Somos las chispas que bailan en la hoguera, los abrazos de contención después de cada testimonio, somos las voces que fueron y ya no están, somos las pintas en los monumentos y el valor que ahuyenta al miedo, las manos entrelazadas en la marcha, y los corazones de fuego. [/vc_column_text][divider line_type=»No Line»][image_with_animation image_url=»8193″ alignment=»center» animation=»Fade In» border_radius=»none» box_shadow=»none» max_width=»100%»][/vc_column][/vc_row]