[vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_column_text]Cada 10 de mayo en México se celebra el Día de las Madres, una fecha que despierta debates, pues su instauración en nuestro país pareció ser una reacción conservadora al movimiento feminista en la península de Yucatán, principal antecedente de la lucha por el sufragio de las mujeres, que constituía una “amezana” para el Gobierno dado su propósito de insertar a las mujeres en la vida pública.
Desde el acogimiento de esta fecha en 1922, se celebró una figura de la maternidad que respondía a ideales patriarcales sobre las mujeres, como el sacrificio y la abnegación. Y en 99 años, los discursos a los que se han enfrentado las mujeres con hijes, incluso desde algunos feminismos, no han cesado.
Por ello entrevistamos a Esther Vivas, periodista española y autora del libro “Mamá desobediente”, para conversar sobre la importancia de abordar la maternidad en los espacios feministas.[/vc_column_text][image_with_animation image_url=»8701″ alignment=»» animation=»Fade In» border_radius=»none» box_shadow=»none» max_width=»100%»][vc_column_text]Aquí cuatro aspectos a considerar sobre la maternidad, independientemente de si deseamos experimentarla o no.[/vc_column_text][vc_custom_heading text=»1.- La maternidad será elegida o no será:» font_container=»tag:h2|text_align:left|color:%2320c57e» use_theme_fonts=»yes»][divider line_type=»No Line»][vc_raw_html]JTNDaWZyYW1lJTIwc3JjJTNEJTIyaHR0cHMlM0ElMkYlMkZnaXBoeS5jb20lMkZlbWJlZCUyRlZKNW83WlZoM3VXbkdSd201QiUyMiUyMHdpZHRoJTNEJTIyNDgwJTIyJTIwaGVpZ2h0JTNEJTIyNDgwJTIyJTIwZnJhbWVCb3JkZXIlM0QlMjIwJTIyJTIwY2xhc3MlM0QlMjJnaXBoeS1lbWJlZCUyMiUyMGFsbG93RnVsbFNjcmVlbiUzRSUzQyUyRmlmcmFtZSUzRSUzQ3AlM0UlM0NhJTIwaHJlZiUzRCUyMmh0dHBzJTNBJTJGJTJGZ2lwaHkuY29tJTJGZ2lmcyUyRmFib3J0by1sZWdhbC1zZXJhLWxleS15LXNlZ3Vyby1WSjVvN1pWaDN1V25HUndtNUIlMjIlM0V2aWElMjBHSVBIWSUzQyUyRmElM0UlM0MlMkZwJTNF[/vc_raw_html][vc_column_text]Ser madre debe ser una experiencia elegida. El derecho a decidir contempla que sea la persona gestante quien decide si lleva el embarazo a término o no. Hablar de maternidad elegida implica conversar sobre el derecho a un aborto libre, seguro y gratuito, el cual sigue siendo una deuda con las mujeres en muchos otros puntos del planeta.
Esther explica cómo a menudo la experiencia materna viene condicionada por el sistema patriarcal que silencia y castiga las necesidades de las mujeres.[/vc_column_text][nectar_single_testimonial testimonial_style=»bold» color=»Accent-Color» quote=»Pondría énfasis en países como México, donde la falta de información sobre salud sexual y reproductiva, impide a las mujeres poder tomar decisiones libres en relación a si ser madres o no, y viene condicionada por una sociedad que no permite el derecho al aborto y por lo tanto, nos impone maternidades no deseadas. Creo que es importante tener en cuenta cómo el deseo materno, la experiencia materna, viene muchas veces condicionada, truncada, forzada por un sistema patriarcal capitalista que niega lo que quieren las mujeres” explica Esther Vivas»][vc_column_text]Decidir sobre nuestros cuerpos es una causa fundamental en la agenda feminista. Claramente, la organización colectiva ha tenido importantes avances, como la legalización del aborto en Argentina o la despenalización del aborto por violación en Ecuador. Sin embargo, es también un tema en el que debemos mantenernos en constante vigía y no permitir retrocesos (como el que viven actualmente las mujeres polacas) que impliquen maternidades forzadas[/vc_column_text][vc_custom_heading text=»2.- Más sororidad y menos juicio:» font_container=»tag:h2|text_align:left|color:%2320c57e» use_theme_fonts=»yes»][divider line_type=»No Line»][vc_raw_html]JTNDaWZyYW1lJTIwc3JjJTNEJTIyaHR0cHMlM0ElMkYlMkZnaXBoeS5jb20lMkZlbWJlZCUyRlczQlZlbEx5dkhqYVlQQmt1biUyMiUyMHdpZHRoJTNEJTIyNDgwJTIyJTIwaGVpZ2h0JTNEJTIyNDgwJTIyJTIwZnJhbWVCb3JkZXIlM0QlMjIwJTIyJTIwY2xhc3MlM0QlMjJnaXBoeS1lbWJlZCUyMiUyMGFsbG93RnVsbFNjcmVlbiUzRSUzQyUyRmlmcmFtZSUzRSUzQ3AlM0UlM0NhJTIwaHJlZiUzRCUyMmh0dHBzJTNBJTJGJTJGZ2lwaHkuY29tJTJGZ2lmcyUyRmZsb3dlci1pbnRpbW8taW50aW1vY29sb3JpZG8tVzNCVmVsTHl2SGphWVBCa3VuJTIyJTNFdmlhJTIwR0lQSFklM0MlMkZhJTNFJTNDJTJGcCUzRQ==[/vc_raw_html][vc_column_text]Sobre las madres y sobre la maternidad se han cargado juicios históricos y expectativas que hacen más difícil la experiencia de maternar. De acuerdo a Esther, como feministas, nuestro aporte no es cuestionar la decisión que toman algunas mujeres sobre ser madres, sino en cuestionar los ideales que se construyen respecto de serlo, así como vigilar que las condiciones en que maternan, sean propicias.[/vc_column_text][nectar_single_testimonial testimonial_style=»bold» color=»Accent-Color» quote=»Si no es el feminismo quien defiende el parto respetado y reivindica acabar con la violencia obstétrica ¿quién lo va a hacer? Si no es el feminismo quien plantea que necesitamos licencias de maternidad más amplias ¿quién lo va a reivindicar?, si no es el feminismo quién defiende todo esto, ¿quién lo va a hacer?»][vc_column_text]La maternidad es transitada por millones de mujeres, y Esther encuentra en esto, suficiente razón para que los feminismos acojan la maternidad en su agenda, pues no sería posible desde otro espacio reivindicar en términos igualitarios los derechos de las personas que maternan.[/vc_column_text][vc_custom_heading text=»3.- La maternidad y crianza feminista son posibles:» font_container=»tag:h2|text_align:left|color:%2320c57e» use_theme_fonts=»yes»][divider line_type=»No Line»][vc_raw_html]JTNDaWZyYW1lJTIwc3JjJTNEJTIyaHR0cHMlM0ElMkYlMkZnaXBoeS5jb20lMkZlbWJlZCUyRjNvZzBJU1RIUmc0SFNOS1RhbyUyMiUyMHdpZHRoJTNEJTIyNDgwJTIyJTIwaGVpZ2h0JTNEJTIyNDgwJTIyJTIwZnJhbWVCb3JkZXIlM0QlMjIwJTIyJTIwY2xhc3MlM0QlMjJnaXBoeS1lbWJlZCUyMiUyMGFsbG93RnVsbFNjcmVlbiUzRSUzQyUyRmlmcmFtZSUzRSUzQ3AlM0UlM0NhJTIwaHJlZiUzRCUyMmh0dHBzJTNBJTJGJTJGZ2lwaHkuY29tJTJGZ2lmcyUyRmlsbHVzdHJhdGlvbi1mZW1pbmlzbS1zdGlja2VyLTNvZzBJU1RIUmc0SFNOS1RhbyUyMiUzRXZpYSUyMEdJUEhZJTNDJTJGYSUzRSUzQyUyRnAlM0U=[/vc_raw_html][vc_column_text]Esther es consciente de que la maternidad es una experiencia a la que se le ha cargado de múltiples expectativas, hablar de maternidad feminista no es para nada construir un nuevo esquema a cumplir.
La autora explica que una maternidad feminista es aquella experimentada por una mujer que se reivindica como sujeto político y sujeto de derechos, en un sistema (patriarcal) que invisibiliza los derechos de las mujeres.
La periodista hace énfasis en que la maternidad feminista es desobediente por partida doble, por un lado, en tanto desafía el mandato de la maternidad como destino:[/vc_column_text][nectar_single_testimonial testimonial_style=»bold» color=»Accent-Color» quote=»Históricamente el patriarcado nos ha impuesto la maternidad como destino y para mí una maternidad feminista es aquella libremente elegida, y por lo tanto, el derecho al aborto es la premisa impresindible…la maternidad tiene que ser fruto del libre deseo.”»][vc_column_text]Y por otro lado, desafía el mandato de la maternidad patriarcal, que erige un modelo específico de ser madre, supeditado al mercado laboral y productivo:[/vc_column_text][nectar_single_testimonial testimonial_style=»bold» color=»Accent-Color» quote=»Existe un ideal de madre que viene determinado por este sistema patriarcal y capitalista, y hoy hay que ser la madre sacrificada que fueron nuestras abuelas, esa madre que no tiene vida propia, y al mismo tiempo tenemos que ser la superwoman que llega a todo, que hace todo perfecto y siempre disponible para el mercado de trabajo”.»][vc_custom_heading text=»4.- Maternar: acto colectivo, plural y más allá de lo biológico:» font_container=»tag:h2|text_align:left|color:%2320c57e» use_theme_fonts=»yes»][divider line_type=»No Line»][vc_raw_html]JTNDaWZyYW1lJTIwc3JjJTNEJTIyaHR0cHMlM0ElMkYlMkZnaXBoeS5jb20lMkZlbWJlZCUyRnhUOUlnekxpV092VnJNZ3VVbyUyMiUyMHdpZHRoJTNEJTIyNDgwJTIyJTIwaGVpZ2h0JTNEJTIyNDgwJTIyJTIwZnJhbWVCb3JkZXIlM0QlMjIwJTIyJTIwY2xhc3MlM0QlMjJnaXBoeS1lbWJlZCUyMiUyMGFsbG93RnVsbFNjcmVlbiUzRSUzQyUyRmlmcmFtZSUzRSUzQ3AlM0UlM0NhJTIwaHJlZiUzRCUyMmh0dHBzJTNBJTJGJTJGZ2lwaHkuY29tJTJGZ2lmcyUyRndvbWVuLWZlbWluaXN0LWVxdWFsaXR5LXhUOUlnekxpV092VnJNZ3VVbyUyMiUzRXZpYSUyMEdJUEhZJTNDJTJGYSUzRSUzQyUyRnAlM0U=[/vc_raw_html][vc_column_text]Esther Vivas explica el carácter colectivo, plural y biológico de la maternidad que no pueden quedar fuera de la discusión cuando buscamos reivindicarla desde los feminismos.
Sobre lo colectivo, en su libro, Vivas expresa constantemente que hay que romper con la asociación directa entre trabajo de cuidado y las mujeres que existe en la maternidad. La crianza exige corresponsabilidad, con la pareja (si la hay) o con redes colectivas, y repensar las obligaciones del Estado respecto a los cuidados y garantía de nuestros derechos en relación a la crianza. La crianza requiere pensar una sociedad colaborativa que permita procesos menos solitarios.[/vc_column_text][nectar_single_testimonial testimonial_style=»bold» color=»Accent-Color» quote=»Vivimos en una sociedad muy fragmentada, muy competitiva, ya seas madre sola o madre con pareja donde el hombre se desentiende de la crianza, que esto también pasa. Creo que es importante ser capaces de generar espacios de seguridad, donde podamos narrar nuestra propia experiencia sin miedo a ser juzgadas”.»][vc_column_text]Sobre lo plural, Esther hace énfasis en las diversas formas de vivir la crianza: como madres biológicas, adoptivas o, en su opinión, las mal llamadas madrastras (por mencionar algunas de las figuras que aborda en su libro) que, demarcadas en contextos diferentes, serán experimentadas de distintas formas. En conclusión, no hay una sola manera de ser madre.[/vc_column_text][nectar_single_testimonial testimonial_style=»bold» color=»Accent-Color» quote=»Por un lado las mujeres tenemos la posibilidad de parir, de amamantar, y es importante ser conscientes de que si queremos podemos transitar esta experiencia y hay que dar valor a estas prácticas porque históricamente no se ha dado valor, así como reconocer que la maternidad va mucho más allá de lo biológico, la maternidad no acaba en una maternidad biológica”.»][vc_column_text]Sobre lo biológico, Esther es enfática, los feminismos deben aprender a lidiar con la incomodidad que puede sugerir validar el aspecto biológico, muchas veces utilizado por el patriarcado para imponer la maternidad. Vivas explica que hay que reconocerlo no para esencializar o idealizar la maternidad, sino para exigir derechos desde el conocimiento de las necesidades de las mujeres en el parto, lactancia y desarrollo laboral, por nombrar algunos aspectos.
Mamá desobediente, es un libro que pone sobre la mesa claves para reflexionar el deseo materno, así como para exigir experiencias de maternidad y crianza menos violentas. Nos invita a imaginarnos y construir una organización social opuesta al sistema patriarcal capitalista en el que se nos exige, incluso forza, a ser madres, al mismo tiempo que nos dificulta transitar la experiencia en condiciones dignas, es decir, como expresa Esther Vivas “un sistema en el que es tan difícil ser madre como no serlo”.[/vc_column_text][image_with_animation image_url=»8706″ alignment=»center» animation=»Fade In» border_radius=»none» box_shadow=»none» max_width=»100%»][divider line_type=»No Line»][vc_column_text]Créditos:
Fotografía: Mireia Bordonada
Ilustraciones: Eréndira Derbez[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]