[vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_column_text]Fotografías: Paola Camarena y Maika Mendoza
Según el INEGI, 2.3 millones de estudiantes dejaron de inscribirse al último ciclo escolar por razones relacionadas con el COVID-19. La virtualidad también afectó de forma diferente a quienes sí continuaron con sus estudios, así como a sus madres, tutores, maestras y maestros que se mantuvieron firmes en el compromiso de educar.
Quienes enseñan enfrentaron diferentes retos con las familias y les estudiantes, por una parte para convencerlos de continuar con los estudios, y por otra, para brindarles acompañamiento emocional. Han dedicado horas y horas a la búsqueda de herramientas ideales para sus clases, todo con el fin de apoyarles para salir adelante.
En el marco del día del maestrx, entrevistamos a tres profesoras de la CDMX, de nivel preescolar, secundaria y media superior, sobre el papel que han desarrollado durante esta pandemia y sobre los aprendizajes que les ha dejado esta situación.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_custom_heading text=»Andrea Sánchez» font_container=»tag:h2|text_align:left|color:%2320c57e» use_theme_fonts=»yes»][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][image_with_animation image_url=»8716″ alignment=»» animation=»Fade In» border_radius=»none» box_shadow=»none» max_width=»100%»][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_column_text]Andrea Sánchez es educadora en un kinder en Xochimilco desde hace siete años. Ha trabajado en maternal y ahora es titular del preescolar 1. Les niñes que acuden a la escuelita, como le llama la profesora Andrea, son hijes de comerciantes y trabajadores, cuyos padres se enfrentaron a bajas en ventas, pérdida de trabajo y diversas situaciones que han tenido como resultado que la población escolar se redujera a la mitad.
Para evitar que la población estudiantil siguiera disminuyendo, la escuelita decidió ofrecer completa flexibilidad a las madres y padres de familia. Esta decisión provocó que la jornada de la profesora Andrea se volviera inacabable. Siendo madre de dos niñas, una de 11 y otra de 18, tuvo que repartir su día entre el trabajo, la familia y el hogar, haciendo difícil mantener el ritmo y salir adelante.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][nectar_single_testimonial testimonial_style=»bold» color=»Accent-Color» quote=»Pensé que con la organización que estaba haciendo iba a tener tiempo para mis hijas, para mi trabajo’, pero a la mera hora por la flexibilidad que tuvimos, se volvió trabajo en todo momento. Los pequeños que no podían tomar clases en la mañana las tenían que tomar en las tardes, por la flexibilidad de los padres. Siempre tienes que pensar en que tu familia es prioritaria, pero tu trabajo también, entonces estás entre la espada y la pared”.»][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_column_text]La profesora Andrea tuvo que apoyarse de su familia para continuar cumpliendo, pero reconoce que en ocasiones había desacuerdos, enojos y muchas emociones debido a la carga laboral: “Yo tuve que hablar con las chicas y decirles, ‘saben que, discúlpenme chicas, van a tener que apoyar un poco más en casa, apoyar en todo, porque el trabajo también lo necesitamos y el dinero lo necesitamos, no puedo excluir ninguno. Tenemos que darle un poquito de peso a lo económico porque sino ¿cómo comemos? ¿cómo hacemos las cosas?, entonces ni modo, el trabajo fue más difícil”.
En general notó en las dinámicas familiares de sus estudiantes que el reparto de las tareas en casa, el quehacer y las labores de cuidado no se asumían equitativamente en los hogares, y para ella ese machismo fue una de las causas de las separaciones que vivieron.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][nectar_single_testimonial testimonial_style=»bold» color=»Accent-Color» quote=»Sí vimos varias separaciones, a veces se pasaban la bolita para el pago de la colegiatura, de que es que ya nos separamos, o los niños estaban tristes, se les notaba a veces su carita triste. Desafortunadamente en el quehacer o en las tareas, no hay el apoyo de la pareja”.»][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][nectar_image_comparison image_url=»8717″ image_2_url=»8718″][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_column_text]Respecto al regreso eventual de los alumnos a las aulas considera que es necesario, sobre todo porque la interacción con otras personas es fundamental para les niñes de edad preescolar. Reconoce que la virtualidad no es adecuada para su proceso formativo y que en ocasiones las madres y padres no tienen la paciencia o el tiempo para educarles. Además, le parece poco coherente que se abran plazas comerciales y cines y no las aulas, cuando “la escuela es lo más importante”, considera. También le preocupa que las restricciones sanitarias del regreso a aulas no contemplen las necesidades de interacción y socialización de los niños preescolares, y que limiten su aprendizaje.
Gracias al trabajo emocional que ella y sus compañeras han realizado, sus estudiantes han mejorado los resultados con el trabajo en casa, y cree que la pandemia le ha dejado claro que la creatividad es lo que le ha permitido construir alternativas para sacar adelante a su familia y su trabajo de la mejor forma:[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][nectar_single_testimonial testimonial_style=»bold» color=»Accent-Color» quote=»Como dicen: ‘nada es para siempre’ y tenemos que salir adelante con lo que tenemos y con lo que ahorita estamos viviendo”.»][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_custom_heading text=»Claudia Ortega» font_container=»tag:h2|text_align:left|color:%2320c57e» use_theme_fonts=»yes»][image_with_animation image_url=»8719″ alignment=»» animation=»Fade In» border_radius=»none» box_shadow=»none» max_width=»100%»][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_column_text]Claudia Ortega Quiñones, conocida como la profesora Quiñones, es profesora de ciencias de una secundaria pública en la delegación Gustavo A. Madero. La vocación por enseñar la ha movido a lo largo de 36 años de carrera, que ha alternado entre la educación preescolar y secundaria. Con o sin pandemia, ha buscado las formas en que tanto en el aula como en la virtualidad, sus estudiantes mantengan el interés y puedan aprender.
A lo largo del último año, no se ha dedicado únicamente a enseñar, sino que está consciente de las situaciones que viven y trata de que, a través de sus clases, les jóvenes puedan escapar de las realidades que enfrentan y que se han agudizado por la pandemia:[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][nectar_single_testimonial testimonial_style=»bold» color=»Accent-Color» quote=»En estos tiempos eres el único cuadrito (de Zoom) que los rescata a veces de su soledad (…). Los niños están muy solos, se están enfrentando a situaciones de violencia familiar por diferentes causas: por la situación económica, por el encierro”.»][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_column_text]La profesora Quiñones sabe que a través de sus clases puede proveerles de un escape. Procura ser innovadora y divertida: incluye experimentos en la cocina de su casa, utiliza cuchillos, martillos y toda clase de utensilios y herramientas para mantener la atención de los muchachos y lograr que aprendan. En estas actividades también hay una intención de seguir cuidando a sus alumnos, a pesar de la distancia:
“Sé que el chavo o el niño tiene 50 minutos para olvidarse de que en su casa no hay de comer o que sus papás se pelean, se golpean, se ofenden, se insultan, o que hay familiares enfermos o que fallecieron. Si tú tienes esa capacidad en tu discurso y en lo que haces, los haces reír, les rescatas esa parte, ellos siguen siendo niños. Porque aunque a mí me digan ‘no, yo ya soy grande y tengo novia’, yo le digo que le sigue gustando que lo haga reír y que yo sepa su nombre de pila, que de entre 120 niños, yo sepa que usted se llama Pedro y que lo identifique”.
En la secundaria en la que labora hace 11 años, el 80% de la población estudiantil viene de Ecatepec, y los padres laboran en los alrededores de la secundaria, ubicada en una zona de hospitales; y durante la pandemia se quedaron a cargo de sus abuelas, tíos u otros miembros de la familia.
Reconoce que la situación ha implicado un esfuerzo por parte de las familias, han tenido que invertir en un equipo de cómputo o un celular. Algunas mamás les comparten el celular para que puedan tomar las clases, para después irse a trabajar.[/vc_column_text][nectar_image_comparison image_url=»8720″ image_2_url=»8721″][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_column_text]La profesora Quiñones también ha aprendido de sus estudiantes en esta pandemia: “Me dejó muy sorprendida por todas esas habilidades que los niños ya poseen. Con respecto a la tecnología ellos van adelante de nosotros, años luz, a nosotros nos hicieron el favor de enseñarnos”.
Está consciente de que el regreso implicará un doble esfuerzo, ya que se configuraran las clases por las restricciones sanitarias, pero aún así ve un panorama esperanzador, y se considera a sí misma como “soñadora”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][nectar_single_testimonial testimonial_style=»bold» color=»Accent-Color» quote=»Los jóvenes tienen otras habilidades y otros intereses y tendríamos que partir de ello aún regresando ahora la nueva normalidad. En el caso de los maestros tenemos que llegar a de verdad un cambio de mentalidad y de actitud, saber que el conocimiento es compartido”.»][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_custom_heading text=»Anahí Camarena» font_container=»tag:h2|text_align:left|color:%2320c57e» use_theme_fonts=»yes»][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][image_with_animation image_url=»8722″ alignment=»» animation=»Fade In» border_radius=»none» box_shadow=»none» max_width=»100%»][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_column_text]Anahí Camarena es profesora de bachillerato, da clases de biología y su labor como docente comenzó justo durante la pandemia. En el colegio donde labora, incorporado al sistema UNAM, se decidió continuar con las clases en línea tal cual como si estuvieran en el sistema presencial. Les alumnes deben usar su uniforme para cursar hasta 7 horas de clases al día, de lunes a viernes.
En ese colegio no es grave la situación de falta de equipo o recursos, pero la rutina los ha agotado. Al igual que les estudiantes de la profesora Quiñones, se enfrentan a la soledad, a problemas familiares y al cansancio de la virtualidad.
La profesora Anahí tiene 28 años, y considera que la cercanía de edad con sus estudiantes le ha permitido ser más empática con sus sentires, y permitido que se construya cierta confianza aún remotamente:[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][nectar_single_testimonial testimonial_style=»bold» color=»Accent-Color» quote=»Me pasó que un grupo expresara directamente conmigo una sesión para solicitarme: ‘queremos hablar de cómo nos sentimos’. Yo les di la sesión para que hablaran y realmente me di cuenta que lo que necesitan es eso, hablar, hablar con alguien más allá de su familia. No sé cada familia cómo está enfrentando la situación y entiendo que es un escape la escuela, sus compañeros y sus amigos y ahorita no lo tienen.”»][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_column_text]Les jóvenes con quienes trabaja, enfrentan diversas preocupaciones: están por entrar a la universidad, viven problemas familiares, extrañan a sus amigas y compañeros y varios se cuestionan incluso para qué seguir estudiando. La profesora Anahí cree que la forma en que se trasladó la escuela a lo virtual tiene carencias que ha promovido esta sensación:
“Los forzamos en esta ‘educación de emergencia’, es educación virtual pero virtual de emergencia. (…) se volvieron muchísimo más responsables de su aprendizaje y es algo para lo cual no estaban preparados. Están cansados. Yo tengo que estar ahí como guardián de su conocimiento y decirles ‘es necesario, es importante, les va ayudar’. Eso incluso se los repito más que sus propios padres en ocasiones.”[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][nectar_image_comparison image_url=»8723″ image_2_url=»8724″][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_column_text]Sobre el posible regreso a las aulas le preocupan dos temas: por un lado el riesgo latente de contagio; y por el otro, el regreso a un sistema presencial de golpe, con las carencias educativas y las consecuencias emocionales de la pandemia.
“Cuando empecemos a regresar a una nueva realidad no van a estar listos tampoco, porque así cómo se los quitamos se lo vamos a regresar: ‘ya váyanse ahora vayan a aplicar todo lo que en teoría aprendieron’. (Con la virtualidad) estamos entrando en su intimidad, muchos alumnos compartieron miedos que yo creo que en persona no se hubieran atrevido a exteriorizar y ahora que lo vivan y confronten con sus compañeros es interesante que va a pasar. Van a regresar con que ‘yo ya sé que fulanito a lo mejor su casa es de lámina, ya sé que sutanito pelean en su casa’, porque así se dieron las condiciones”.
El mayor aprendizaje que le ha dejado educar durante la pandemia es que todas las personas podemos. Tanto estudiantes como profesores se adaptaron y salieron adelante:[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][nectar_single_testimonial testimonial_style=»bold» color=»Accent-Color» quote=»Los chicos pueden, hay que reconocer a los que aprenden fuera de los medios tradicionales. Es lo que les tocó pero ellos pueden. Los docentes también podemos. Para mí fue un poco más sencillo pero tengo compañeros docentes que llevan 30, 40 años dando clases y con muchos tropiezos, con mucho esfuerzo de su parte lograron adaptarse a la virtualidad”.»][/vc_column][/vc_row][vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_column_text]Para ella es muy probable que en el futuro el mundo se enfrente a situaciones similares a las de esta pandemia, por lo que es necesario que se comience a trabajar en sistemas educativos funcionales, no improvisados, para afrontar de la mejor forma las emergencias sanitarias tanto a nivel educativo como emocional. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]