Frente a las primeras órdenes ejecutivas de Donald Trump, tres millones de personas en los Estados Unidos y en seiscientas ciudades de todo el mundo salieron a protestar bajo el llamado de #WomensMarch.
La Marcha de Mujeres también se manifestó en la Ciudad de México y las participantes señalaron que Trump es un emblema de la derecha y su discurso va en contra la dignidad humana y de las mujeres:
“Trump está aquí, y está en cada mirrey machista que nos quiere regresar a nuestras casas, a hacer lo que él quiere y a pedirle permiso para todo”.
La decisión de anular el apoyo a organizaciones internacionales que promueven y difunden el acceso al aborto es un atentado directo contra los derechos sexuales y reproductivos, que pone en riesgo a las mujeres en países donde no existen condiciones para interrumpir su embarazo de forma segura.
“La toma de poder de Trump tiene una significancia muy importante a nivel global porque es un emblema nefasto y catastrófico de las retóricas antiderechos que están emergiendo en todo el mundo”
El llamado de protesta de las mujeres en los Estados Unidos se ha convertido en una lucha global porque a pocos días de inicio de su mandato es claro que su política es machista y racista, ya que también ordenó impedir la entrada de visitantes de siete países de población musulmana a través de lo que se ha llamado en redes sociales el #MuslimBan.
“Hay un sistema detrás de Trump y es el que posibilita que llegue con ese discurso tan fuerte y tan hostil contra la dignidad humana, y tiene que ver con el sistema económico, político y social”
El triunfo electoral de Trump, aún después de que en campaña se difundieran declaraciones en las que hace alarde de usar su poder para abusar sexualmente de las mujeres, es un signo preocupante de la baja sanción social hacia esta forma de violencia.
La Marcha de Mujeres fue una muestra masiva del desacuerdo y la organización ante el panorama que se avecina:
“Debemos ser fuertes como mujeres, nunca debemos rendirnos ante la lucha, unidas todo se puede lograr”.