[vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_custom_heading text=»Texto por Krishna Hemaraj traducido por Ixchel Aguirre
» font_container=»tag:h4|text_align:left|color:%2320c57e» use_theme_fonts=»yes»][divider line_type=»Small Line» line_alignment=»default» line_thickness=»1″ divider_color=»default»][divider line_type=»No Line»][image_with_animation image_url=»7882″ alignment=»center» animation=»Fade In» border_radius=»none» box_shadow=»none» max_width=»100%»][vc_column_text]
Imagen via News 18
[/vc_column_text][divider line_type=»No Line»][vc_column_text]Definir “distanciamiento social” no es necesario. Es de lo único de lo que se habla, piensa, vocifera y escribe, al menos durante las últimas semanas (e incluso más en aquellos países que han tenido que lidiar con el impacto del nuevo coronavirus antes que lo hiciéramos en países como India) y pareciera que nuestra supervivencia absoluta depende de esto. Pero si aún te quedan preguntas sobre su significado; “distanciamiento social” esencialmente implica mantener una distancia de seis pies (1 m) de las personas que te rodean en todo momento. Las reuniones sociales, los viajes al centro comercial, las vacaciones de verano que estabas planeando, las bodas y también los funerales son un no definitivo. El objetivo es limitar la interacción humana, es decir, la distancia física entre personas que no viven juntas.
Hace dos semanas, la gravedad y el impacto del golpe de Covid-19 se volvió clara y fue aquí cuando finalmente tomamos en serio el distanciamiento social. Esto implicó trabajar desde casa para reducir la carga de los viajes diarios, extender las vacaciones de las escuela y colegios, restringir las actividades que se realizan al exterior solo a las más esenciales y a partir de ayer un total y completo cierre. Pero tenemos internet ¿cierto? Lo que no podemos hacer fuera, encontramos el modo de hacerlo desde nuestros hogares. Prepararemos una tormenta, leeremos todos esos libros que hemos querido leer, reconectaremos con viejos conocidos y mantendremos a nuestra familia (y terapeuta) en línea. La tecnología moderna hace parecer que tenemos las cosas bajo control. Nuestros hogares se convertirán en nuestros lugares de trabajo y nuestros refugios hasta que la crisis termine.[/vc_column_text][nectar_single_testimonial testimonial_style=»small_modern» color=»Accent-Color» quote=»EL PROBLEMA ES QUE PARA ASEGURAR EL ABSOLUTO DISTANCIAMIENTO SOCIAL , NECESITAMOS ASEGURARNOS DE QUE TODAS LAS PERSONAS SEAN CAPACES DE RESGUARDARSE EN ESPACIOS-REFUGIOS DURANTE LA CRISIS. NUESTRA CAPACIDAD PARA MANTENER ESTA DISTANCIA DEPENDE DE NUESTRA CAPACIDAD PARA OPTAR POR NO MANTENER INTERACCIONES SOCIALES QUE SOSTIENE A NUESTRA EXISTENCIA DÍA A DÍA. «][vc_custom_heading text=»Asignación de espacio y los factores que lo influyen» font_container=»tag:h2|text_align:left|color:%2320c57e» use_theme_fonts=»yes»][divider line_type=»No Line»][vc_column_text]El problema es que para garantizar un distanciamiento social absoluto, deberíamos asegurarnos de que todos sean igualmente capaces de retirarse a espacios que funcionen como refugios durante la crisis. Nuestra capacidad para mantener la distancia depende de nuestra capacidad por optar en no participar en las interacciones sociales que sostiene nuestra existencia diaria. Nuestra experiencia del espacio (público y privado) está forjada por prácticas sociales y condiciones materiales, y nuestra existencia en estos espacios es específica a cada grupo y cultura en un lugar y tiempo exacto.
Mi madre, una mujer en un barrio de clase media en Keraka tiene acceso a un espacio adecuado para poder pasar la cuarentena de manera efectiva. Está rodeada de una familia amorosa y puede vivir los día de reclusión sin preocuparse por cómo va a mantener a su familia. Sin embargo, el tiempo que pasa en la casa se dedica a cuidar a su familia y su madre y padre ancianos, asegurando que la casa permanezca limpia y que la cocina esté bien abastecida. Su movimiento en la casa está dictado por su “deber” con la familia como mujer.
Por otro lado, se espera que Phulabai quien habita un asentamiento en Mumbar cumpla con el mismo conjunto de deberes que una mujer en el lugar de mi madre. Sin embargo, Phulabai vive en habitaciones estrechas con sus hijos es hijas. Su suegros y vecinos viven en jhopdis contiguos, apenas a un metro de distancia el uno del otro. El espacio privado es casi inexistente hasta el punto de que sus actividades y tareas cotidianas se derraman fuera de la casa. Para Phulabai, sus familiares y otros habitantes de este asentamiento, las advertencias sobre el distanciamiento social y el mantenimiento de la higiene son una broma. No solo sus habitaciones lo hacen poco práctico, pero como una persona que trabaja en el mercado cercano, saltarse /trabajar desde casa no es una opción.
Si bien estas dos mujeres están cargadas de deberes solo por ser mujeres, sus experiencias individuales del espacio físico que ocupan se basan en las fuerzas sociales, culturales y económicas.[/vc_column_text][nectar_single_testimonial testimonial_style=»small_modern» color=»Accent-Color» quote=»SE ESPERA QUE PHULABAI, QUIEN HABITA UN ASENTAMIENTO EN MUMBAR, CUMPLA CON EL MISMO CONJUNTO DE DEBERES QUE UNA MUJER EN SU HOGAR. SIN EMBARGO, ELLA VIVE EN HABITACIONES ESTRECHAS CON SUS HIJOS E HIJAS. SUS SUEGROS Y VECINOS VIVEN EN JHOPDIS CONTIGUOS, APENAS A UN METRO DE DISTANCIA EL UNO DEL OTRO. EL ESPACIO PRIVADO ES CASI INEXISTENTE HASTA EL PUNTO DE QUE SUS ACTIVIDADES Y TAREAS COTIDIANAS SE DERRAMAN FUERA DE SU CASA. «][vc_column_text]Retirarnos a nuestros espacios domésticos privados podría ser nuestra única oportunidad de sobrevivir esta pandemia. Se podría pensar que décadas de estar confinadas dentro de las cuatro paredes de nuestro hogar nos prepararon para esto y que las mujeres de todos los ámbitos con nuestra inmensa paciencia y demás saldríamos triunfantes. Pero aceptemoslo. Estar encerradas en el mismo espacio que nuestros agresores muy probablemente no va a terminar bien. China ya informó un aumento en los casos de violencia doméstica. Sabemos que no estamos lejos de informar lo mismo aquí.[/vc_column_text][vc_custom_heading text=»¿A quién va a afectar y qué podemos hacer?» font_container=»tag:h2|text_align:left|color:%2320c57e» use_theme_fonts=»yes»][divider line_type=»No Line»][vc_column_text]Esto es solo la punta del iceberg.
Acá hay algunas cosas que puedes hacer durante el periodo de resguardo para apoyar:
- Estar atenta a tus amigos LGBT+ que sienten incomodidad de pasar mucho tiempo con sus familias.
- Mantén la comunicación con tus amistades en Cachemira (haz una llamada telefónica en vez de enviar un correo electrónico, si realmente quieres comunicarte).
- Ten en cuenta la cantidad de desperdicio que estás generando, mantén las cosas livianas para nuestros safai karamcharis; Contribuye o se voluntaria para obtener suministros esenciales a su puerta.
- Apoya a quienes se quedaron sin hogar durante el pogromo en Delhi, o cualquier otro modo de violencia hegemónica impartida por el Estado.
- Llama a tus abuelos, amigos y parientes mayores e investiga cómo puedes ayudarlos (con una llamada cálida y amorosa basta). Mantén el contacto con amistades y familia.
- Cuida tu salud mental. Sé que no es una comedia, aún tienes que presentarte a trabajar; pero aunque nuestros sueños de la infancia esos en los que nos pedían quedarnos en casa en cierta medida están volviéndose realidad. Aprovecha este momento. Planifica una fiesta de Netflix, forma un club de lectura, medita con un grupo de personas desconocidas. Lo que sea que te haga feliz.
- Y por favor quédate en casa (pero si tienes que salir, carga contigos desinfectante) Si manejas taxi no lleves más de dos personas en tu cheetah.
Supongo que lo que intento decir es que esto no es y no debería ser un distanciamiento social en toda su extensión y probablemente deberíamos dejar de llamarlo así. Una cosa es Mantener el distanciamiento físico, pero habría que permitir que prospere la solidaridad social. Admitámoslo, realmente aislarnos socialmente probablemente terminará matándonos más rápido que el virus.[/vc_column_text][divider line_type=»No Line»][divider line_type=»No Line»][divider line_type=»No Line»][vc_column_text]Texto original aquí[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]