El pasado 14 de octubre de 2018, Silvia Federici (profesora, escritora y activista feminista italo-estadounidense) y Silvia Rivera Cusicanqui (socióloga, activista, historiadora y teórica aymara); dialogaron en la Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México. Su conversación puso al centro el límite del marxismo que nunca tuvo en cuenta el trabajo de cuidados de las mujeres para el sostenimiento del capital, así como los espejismos del capitalismo rapaz.
A continuación les compartimos cuatro ideas que nos iluminaron el pensamiento durante su diálogo:
1) EL TRABAJO DE REPRODUCCIÓN ES ESENCIAL PARA LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL
Silvia Federici es puntal al ahondar en la importancia del trabajo doméstico y del trabajo de reproducción. Ya en el libro Calibán y la Bruja criticó la limitada descripción que Marx hace al origen del capitalismo como un periodo de acumulación primitiva, es decir de tierra, trabajo y moneda. Para Federici es necesario recordar que estos procesos situaron los cuerpos de las mujeres bajo la tutela del estado. Dijo “nosotras hemos contenido esta crítica, pero la hemos ampliado, evidenciando que el marxismo ha dejado fuera de su óptica una área inmensa de trabajo, de lucha, de experiencia de mujeres […] el área de la reproducción de la vida y la reproducción de la fuerza de trabajo, que es en verdad el fundamento de la sociedad, el fundamento del capitalismo”. El asunto de la reproducción sí concierne a la organización capitalista. Ya lo dijo Silvia “sin reproducción de la fuerza de trabajo no hay actividades laborales”. Federici precisa no olvidar que el trabajo de reproducción es fundamental para el cambio.
2) LAS COSAS DE MUJERES SON COSAS DE ALTA POLÍTICA, DE ALTA FILOSOFÍA
Silvia Rivera reflexionó en torno a la labor de cuidados que históricamente ha sido relegada a las mujeres, dijo “la capacidad de amor y de cuidado de las y los demás debe ser valorada como un hecho cósmico y político y no sólo como un hecho de cosa de mujeres”. Es necesario quitar la etiqueta de “cosa de mujeres” añadió “ser mujeres es superar la noción de cosa”. Cusicanqui nos anima a pensar y hacer filosofía, dice “ […] la ética del cuidado, de la reproducción, la capacidad de solidarizarnos con hermanos y hermanas de comunidades nos permite la propuesta más altamente filosófica de la lucha de las mujeres, es decir que lo de las mujeres no es una cosa de mujeres”. Rechazó la etiqueta a la palabra promovida por el capitalismo, propuso “hablar del mundo, del planeta, de nuestras responsabilidades como especie humana que hemos sido dotados […] con el donde la palabra y que el capital ha destruido el sentido de las palabras convirtiéndolas en fetichismo”. Finalmente dijo “nosotras mujeres queremos escapar de la noción del fetichismo capitalista”, impuesta sólo por el hecho de ser mujeres.
3) «LO DECOLONIAL ES UNA MODA, LO POSTCOLONIAL ES UN DESEO, LO ANTICOLONIAL ES UNA LUCHA COTIDIANA Y PERMANENTE
Silvia Rivera Cusicanqui añadió la importancia de considerar a otros sectores a través del anticolonialismo dijo, “yo estoy con la lucha, vengo luchando contra el colonialismo y contra la hermandad patriarcal colonial”. Es absurdo pretender entender al capitalismo y las nuevas formas de violencia si dejamos a un lado a estas perspectivas. En su libro «Ch’ixinakax utxiwa. Una reflexión sobre prácticas y discursos descolonizadores» menciona “No hay “post” ni “pre” en una visión de la historia que no es lineal ni teleológica”. En la cosmogonía indígena “el pasado-futuro están contenidos en el presente: la regresión o la progresión, la repetición o la superación del pasado están en juego en cada coyuntura y dependen de nuestros actos más que de nuestras palabras”. Por eso no basta con decir somos poscoloniales, falta deseo y actuar añadió Cusicanqui “no por decirlo significa que automáticamente va a ocurrir, por lo tanto yo me paso la moda […] que no es más que otra forma de colonialismo académico”.
4) LA TECNOLOGÍA EMANCIPADORA, LA PASIVIDAD DEL SUJETO Y ESPEJISMO DEL CAPITALISMO
“No hay fetichismo más grande que el de la tecnología, de cuando tú das vida y poder a las cosas y no consideramos a las personas, parece que el capitalismo ha producido un montón de riqueza y nos ha empoderado, pero no nos muestran la otra cara, lo que el capitalismo ha destruido, cómo nos ha empobrecido”. Silvia Federici defendió la teoría del empobrecimiento provocado por el capitalismo añadió “se da un poder a la tecnología que no es real, que nos hace olvidar el costo de la tecnología”. Advirtió Federici que capitalismo de la mano de a tecnología se ha expandido incluso a controlar la sexualidad a través de “medidas legales, paramilitares o médicas […] como el falso compromiso a favor de la vida que una vez nacido el feto se olvida de su bienestar, porque en realidad es un ataque a los derechos de las mujeres”.