El Domingo 24 de Septiembre se celebró el Memorial para las trabajadoras de Bolívar y Chimalpopoca que luego del terremoto, no fueron halladas.
Nos encontrábamos sacudidas. Nuestros cuerpos se habían removido con la tierra y con ella, nuestros afectos. También ellas, nuestras compañeras, se habían movilizado, como siempre estaban accionando. El las nos invitaron, nos convocaron a tener memoria.
Las prácticas narrativas colaboran con hacer visibles nuestras resistencias hacia los contextos de injusticia que nos generan dolor. Partimos de que la identidad es un logro colectivo. Así, desde lo personal que es político, historiamos la resistencia colectiva que se estaba inscribiendo desde el Memorial de Chimalpopoca. Este paisaje sonoro le da vida a esa intención.
Para esbozar este paisaje nos acercamos a nuestras compañeras durante el memorial y les preguntamos: ¿porqué está siendo importante para ti estar aquí hoy? ¿porqué es importante para el colectivo de mujeres tener memoria? ¿qué dice este homenaje acerca de nuestras intenciones para las vidas de las mujeres en México?
Ya en casa, leímos, escuchamos y transcribimos lo que ellas dijeron y construimos un documento colectivo reuniendo en un solo texto las ideas, impresiones, perspectivas y voces de todas, en una voz colectiva. Así, hilamos esta versión de la historia de la resistencia colectiva del Memorial de Chimalpopoca.
Finalmente, pedimos la colaboración de otras compañeras para darle voz al texto y dándole sonido a nuestras voces, generamos este paisaje. Gracias Diana, Fer, Jenni, Luzma, Moni, por imaginar junto con nosotras mundos menos violentos, más habitables y más justos para nosotras las mujeres. Y también gracias a Efraín García Mora, por siempre ser un cómplice cuando se trata de dar oreja y corazón, por los sures brindados a este paisaje, y así resonar junto con nosotras.
Lanzamos esta piedrita, a las aguas de nuestra memoria. Recordamos a las trabajadoras de Bolívar y Chimalpopoca. Rendimos homenaje a nuestras compañeras defensoras y activistas feministas, a las mujeres.
Agradecemos a todas las personas, que con sus cuerpos defienden nuestros derechos a vivir las vidas que merecen la alegría ser vividas.