[vc_row][vc_column][vc_column_text]El 19 de septiembre la premonición que nació tras el sismo del 85 se cumplió, el edificio 168 en la calle de Bolivar esquina con Chimalpopoca en la colonia Obrera colapsó y con él la resistencia de 32 años a lucrar con su habitabilidad, una necedad que culminó, de acuerdo a datos del Instituto de Ciencias Forenses de la Ciudad de México, en la muerte de 15 personas, 12 mujeres y 3 hombres pero esta cifra oficial sigue rodeada de contradicciones.
El silencio de las autoridades incrementó la duda sobre los permisos de uso de suelo y el estado en que se encontraba el inmueble. De acuerdo a una solicitud de transparencia hecha por Chilango, a pesar de que en 2004 una evaluación de seguridad del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) declaró que el edificio que entonces ocupaba la Procuraduría Agraria corría peligro por fallas en el diseño y daños sufridos a lo largo de su historia, el edificio cargaba 42 toneladas de 3 antenas en su techo.
Hasta el momento no se sabe con exactitud la identidad de los propietarios ni por qué, a pesar de su estructura insegura, siguió siendo habitado. Según el comunicado de la Secretaria de Trabajo, dentro del inmueble se encontraban las empresas Dashcam System México S.A. de C.V. especializada en cámaras de seguridad para vehículos; Línea Moda Joven donde se realizaban cortes de tela para ropa de mujer; la empresa dedicada a bisutería para vestidos SEO Young International; la compañía de juguetes chinos ABC Toys, antes Asia Jenny Importaciones, y New Fashion, fábrica de ropa del argentino Jaime Askenazi.
La falta de información entorno a Bolívar 168 y la sospecha de que mujeres costureras estuvieran atrapadas bajo los escombros, una repetición de la historia de los talleres clandestinos del terremoto de 1985, lo volvió uno de los casos con más visibilidad mediática, un punto donde la ayuda desbordó y un espacio importante para la lucha por los derechos de las mujeres.
Al igual que otras y otros, Regina* (el nombre de la entrevistada fue alterado por cuestiones de seguridad y respetando la decisión de la Brigada Feminista de mantener anonimato) llegó el 22 de septiembre a este lugar atendiendo un llamado de relevos hecho por la Brigada Feminista, la cual se comenzó a conformar la noche del 19 de septiembre. Después de pasar por los filtros, encontró a sus compañeras que en ese momento se encargaban de recoger y brindar la herramienta a los brigadistas. A ella le tocó entrar a la zona cero a pasar cubetas:
“Hombro con hombro pasamos botes con escombros, era un exceso de ayuda. También fue un poco caótico porque había mucha desesperación, muchos no sabían lo que pasaba adentro sin embargo creo que hubo buena organización. Trabajar con los militares fue complicado, no te creían capaz de hacer ese tipo de labor porque el pensamiento del sexo débil permanece. A pesar de ello yo me sentía segura porque estaba con la brigada feminista, sabía que si pasaba algo, sea lo que sea, las compas iban a ver por mí y por todas”, cuenta Regina sobre su impresión al llegar a Punto Maquila, nombre que le dio la Brigada Feminista al edificio de Bolívar 168.
Para ella, que las mujeres estuvieran dentro de la situación de desastre y apoyando en el rescate hacía evidente la importancia de estar presentes como víctimas y como activistas que luchan por la información y la ayuda. Cuenta que la creación de la Brigada tenía el objetivo de saber dónde estaban las mujeres que trabajaban dentro del lugar:
“El sismo, la naturaleza, se llevó todo sin ver, sin hacer este corte que hacemos de era pobre, era viejo, era moreno, era mujer; creo que a todos nos puso en un estado de vulnerabilidad fuerte. Sin embargo, existe. Esa realidad que nos atraviesa simplemente por ser mujeres, tan pequeña como la idea de no poder recoger escombros y tan grande como que la mayoría de los empleos domésticos con salarios bajos están ocupados por mujeres, mujeres que quizá murieron en el sismo limpiando departamentos o trabajando en una fábrica”.
LA IMPORTANCIA DE LA MEMORIA Y DE LOS CÍRCULOS DE MUJERES
Luego de su participación como brigadista Regina compartió notas sobre Chimalpopoca durante un tiempo con una compañera. Leyó todas las que encontraba buscó nombres, datos de investigaciones y empezó a crear una pequeña base de datos.
El día que Regina estuvo en Chimalpopoca entre las conversaciones que tuvo hay una que recuerda mucho: “Cuando fui a ponerme la vacuna del tétanos le pregunté a un chico sobre la labor de rescate. Me contó que ese día habían rescatado 3 cuerpos pero que no sabía más, estaba ahí a la espera de noticias de su familiar, una chica de nombre Gina.”
Después de ese encuentro Regina no soltó el recuerdo del nombre, buscó información sobre Gina pero en ningún medio se decía nada. Casi un mes después dio con ella a través una nota de Animal Político. Gina y su amiga Janet eran taiwanesas, vinieron a México de intercambio a trabajar en ABC Toys, ahí les retuvieron el pasaporte para que no dejaran ese empleo. Presiones, exigencias y nuevas formas de explotación laboral se llevaron la vida de Gina, quien murió el 19 de septiembre.
Según el comunicado de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo de la Ciudad de México algunas de las trabajadoras de las distintas empresas en Bolivar 168 no estaban dadas de alta en el seguro social y sus salarios iban entre los 84.99 pesos a los 300 diarios.
¿Después de leer tantas notas cuál fue tu impresión sobre la información y desinformación durante el sismo?
“Hubo mucha confusión, incluso en los medios, el caso de Frida Sofía es un ejemplo, después de que se descubriera la verdad, le pusimos Frida Sofía al concepto de desinformación. Sobre Chimalpopoca la mayoría de las notas trataban de entender qué pasaba, entrevistaron a vecinos, a sobrevivientes, mencionaron algunos nombres, como el de Carolina Wang. Otros medios decían que sí habían hecho simulacro, otros que no, que los tenían encerrados. No había una claridad en los datos.
Los medios se preocuparon por sacar una nota, una exclusiva. El gobierno faltó a su deber de mantener al ciudadano comunicado con los datos que tenían. En varias investigaciones de periodistas se visibilizó que el gobierno mantuvo a los familiares en un limbo, en un viacrucis para encontrar a sus familiares. Fue una forma de desaparición que nace de un problema burocrático brutal”
¿Qué acciones has tomado después del sismo que te han hecho sentir más fuerte?
“El 19S me ayudó a darme cuenta que puedo enlazar personas. Me dio mucha fortaleza saber que hay personas que confían en mí, en lo que informé y reafirme lo que ya sabía: la fortaleza que existe en los vínculos y más en los que involucran la escucha. Por eso los espacios para mujeres son fundamentales, lugares donde podamos escucharnos y reflejarnos en las otras, donde puedes ver la fortaleza de las demás y aprender de ellas.
También me ha mantenido fuerte el enojo, pensar, ¿qué va a pasar con las personas que perdieron sus casas, a sus familiares, su patrimonio?, ¿en verdad va a pasar algo con la señora del Rébsamen? Porque pasó con la guardería ABC, hasta el momento no hay nombres y ahorita la señora que está ligada a ese caso en particular está lanzándose como candidata a la presidencia.
No puedes vivir desmemoriado, la memoria te permite exigir tus derechos y eso fue importante dentro de la brigada feminista porque justamente también recordaron a las mujeres en las maquilas de hace 32 años y con los datos que recientemente se han publicado sabemos que hay nuevas formas de explotación”.
¿Y a dónde te gustaría que llegara la Brigada Feminista?
“Creo que a pesar de nuestras distintas formas de feminismos se logró llegar a una organización pero el punto no era ese, el punto era el desastre y la situación de la mujer dentro, eso rebasó todo lo demás.
También es fundamental conocernos, había muchas compañeras que no conocía pero más allá de todo creo que fue súper necesario que hubiera una Brigada Feminista porque justo visibilizó lo que muchos no quieren ver.
A mi en lo personal me gustaría que se creará una organización continúa a partir de ella para seguir exigiendo nuestros derechos pero, fue justo un punto que se trató en una asamblea, ahora vienen los cuestionamientos de si podemos seguir trabajando juntas a pesar de todo lo que nos atraviesa. Quizá habría que hacer el esfuerzo de ir más allá de eso. La creación de la Brigada Feminista es para mi una semilla de lo posible: organizarnos más allá de lo que nos separa”.
Una semana después de que culminara la búsqueda, ocho organizaciones pidieron respuestas pendientes. En un comunicado exigieron a las autoridades, a la Comisión de Derechos Humanos y a la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal respuestas contundentes sobre el caso Chimalpopoca y pidieron la apertura de una investigación sobre la relación que existe entre el edificio y la Procuraduría Agraria además de que se dé a conocer el nombre de las personas a cargo del inmueble.
El 24 de septiembre mujeres se organizaron y llenaron el vacío que quedó en Bolivar 168 con flores, pintas, sonidos de tambores y prendas como homenaje a la vida de las trabajadoras que murieron en el sismo, como despedida, como acto de exigencia de justicia, de verdad, de memoria para Irma Chávez; para Amy Huang; para Pei Ju Chin; para Wang Chia Yu; para Gina que también era Lai Ying Xia; para Silvia Migueles; para Ana Ramos; para Sonia Rico; para María Teresa Lira; para Maricruz Rosas; para María Elena Sánchez. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
¡Sus nombres son los nuestros!
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