[vc_row type=»in_container» full_screen_row_position=»middle» scene_position=»center» text_color=»dark» text_align=»left» overlay_strength=»0.3″ shape_divider_position=»bottom» bg_image_animation=»none»][vc_column column_padding=»no-extra-padding» column_padding_position=»all» background_color_opacity=»1″ background_hover_color_opacity=»1″ column_link_target=»_self» column_shadow=»none» column_border_radius=»none» width=»1/1″ tablet_width_inherit=»default» tablet_text_alignment=»default» phone_text_alignment=»default» column_border_width=»none» column_border_style=»solid» bg_image_animation=»none»][vc_column_text]Entre flores de cempasúchil, veladoras, sal, pan y agua, mantener viva la memoria, historia y digna rabia de quienes ya no están en el plano terrenal, se vuelve parte fundamental de este Día de muertas.
La escritora Mariana Restra y la poeta Lucía Sánchez, nos comparten sus sentires respecto a la muerte y sus deseos de que las personas a quienes les ponemos un altar, no sean más vidas arrebatadas.[/vc_column_text][divider line_type=»No Line»][vc_custom_heading text=»Cumambátar – Lucía Sánchez» font_container=»tag:h2|text_align:left|color:%2320c57e» use_theme_fonts=»yes»][divider line_type=»No Line»][vc_column_text]desde la cuna me sigue la hiedra
cubierta de un salmo que alivia la niebla
ella, escondida en el agua que bebo
el alimento que como
los ríos apagados
la muerte me siguió
espíritus, estirpe de los siglos
la muerte me crió ella, símil a mí, casi mi nombre
hiladas del cuerpo por el hambre amándonos sobre un corte sagital
imantadas, parentesco umbilical
mi muerte me canta “si me encuentras no tiembles
no dudes
que has de morir donde debes”[/vc_column_text][divider line_type=»No Line»][vc_custom_heading text=»Día de las muertas – Mariana Riestra» font_container=»tag:h2|text_align:left|color:%2320c57e» use_theme_fonts=»yes»][divider line_type=»No Line»][vc_column_text]Quiero escribir un poema para las madres
que luchan por que a sus hijas no se las lleve la huesuda.
Las mujeres que le dicen a sus hijas, nietas y sobrinas
que nunca se queden solas con ningún hombre,
Aunque sean sus tíos o sus abuelos,
porque al final del día los conocieron
como hermanos y padres,
y saben que la maldad se reproduce y las mañas se heredan.
Quiero escribir un poema para las madres buscadoras que ponen sus cuerpos
para recuperar los restos de las suyas, para darles por fin santa sepultura
en un país donde la tierra está maldita.
Quiero escribir un poema para las madres
que te dicen que te pongas suéter
y que no andes en la calle después de las ocho
porque los hombres que son demonios que son hombres se ponen hambrientos
y se les olvida que las mujeres somos personas, aunque quizás nunca lo supieron.
Quiero escribir un poema para las madres
y para las hijas, para las abuelas y las nietas, las tías
y las sobrinas, las primas, las amigas, las compañeras.
Quiero escribir un poema para que todos los días dejen de ser día de las muertas.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]