Las reglas (no tan) secretas de facebook

Mar 13, 2018

El año pasado, a través de una filtración anónima, el periódico The Guardian tuvo acceso a más de 100 manuales internos que detallan las reglas y lineamientos en los que Facebook se basa para regular el contenido que sus usuarias y usuarios publican. La investigación de The Guardian titulada The Facebook Files nos permite reflexionar sobre las condiciones bajo las cuales estamos participando en esta popular red social “gratuita e imparcial”.

La importancia de esta filtración no recae exclusivamente en los temas que tocan los manuales (que van desde discursos de odio hasta canibalismo), sino en la visión con la que Facebook trata ciertos casos que pueden resultar sensibles como: violencia doméstica, abuso sexual, venganza pornográfica y abuso infantil.

Aquí te contamos sobre algunos de los temas más controversiales dentro de esos manuales:

AUTOLESIÓN EN TIEMPO REAL

Facebook permite que se transmitan -en tiempo real-  intentos de autolesión o suicidio ya que “no busca censurar o reprimir” a quienes se encuentran en sufrimiento, argumentando que busca promover que las personas que incurran en estas prácticas reciban ayuda (online y offline). Sin embargo Facebook no tolerará la promoción, coordinación o el apoyo a este tipo de comportamiento.

Si no hay oportunidad de ayudar a la persona,  las grabaciones serán eliminadas (en caso de que quien realiza el video haya obtenido un resultado letal) siempre y cuando dicho contenido no sea de interés periodístico.

VENGANZA PORNOGRÁFICA O REVENGE PORN 

Facebook establece una diferencia entre la extorsión sexual (sextortion) y la venganza pornográfica (revenge porn) de la siguiente manera:

Amenaza de publicar imágenes + coerción (presión para obtener dinero, “favores” u otras imágenes)= extorsión sexual.

Desnudo total o parcial + entorno privado + contexto vengativo y/o falta de consentimiento= venganza pornográfica.

Sin embargo, no deja claras cuáles son las sanciones para quienes cometan cualquiera de estas prácticas abusivas. Lo que sí advierte es que la investigación para establecer cada caso será exhaustiva: ejerciendo más presión sobre la víctima para probar la validez de su denuncia.

ABUSO INFANTIL (NO SEXUAL)

Definitivamente una de las categorías más controversiales, de acuerdo al manual de Facebook:

“Permitimos que la evidencia de abuso infantil sea compartida en el sitio con el fin de fomentar la identificación y el rescate de los menores de edad, sin embargo añadimos restricciones para proteger a la audiencia”

Así, considera que serán aptos para publicación los videos que contengan a menores siendo pateados, golpeados, abofeteados, mordidos, quemados, cortados, envenenados, estrangulados, sofocados o ahogados por adultos; así como videos en los que se muestre a lactantes siendo aventados, agitados o lastimados por adultos.

¿Y qué pasa con la protección de la dignidad de los menores de edad? Facebook no ofrece garantías de poder quitar el contenido una vez que hayan sido “identificados y rescatados”, ni información sobre el manejo que le dará a los casos referentes a difusión del acoso o bullying.

AMENAZAS DE VIOLENCIA

Los estándares para identificar las amenazas de violencia potencial en Facebook establecen que cualquier declaración acerca de cometer un acto violento hacia “una persona o grupo vulnerable” será sancionada, siempre y cuando:

– Las declaraciones sean explícitas acerca del daño hacia personas o grupos vulnerables.

– Se promuevan acciones explícitas enfocadas al daño a personas o grupos vulnerables.

Hasta aquí todo suena coherente, pero estamos hablando de Facebook y claramente tenía que haber algo turbio… Así que veamos quienes son las personas que considera vulnerables tu red social favorita:

“Cabezas de estado, autoridades específicas, testigos e informantes, personas que tengan historial de intento de asesinato, personas catalogadas como objetivos en listas de asesinato creadas por organizaciones peligrosas, activistas y periodistas.”

Leíste bien, para Facebook las amenazas de violencia dirigidas a menores víctimas de violencia, mujeres, personas de la comunidad LGBTTIQ+, personas con VIH, personas con discapacidad, personas migrantes y otros grupos vulnerables reconocidos por convenciones internacionales de derechos humanos no serán consideradas “amenazas de violencia creíble”.

Hoy en día no sólo aprendemos conducta cívica a partir de la convivencia social que tenemos en la vida offline, sino que también tejemos criterios a través de las relaciones de sentido que se crean en la arena digital: en la que participamos gran parte del tiempo.

Es particularmente llamativo saber que un negocio fincado en la posesión (y venta) indiscriminada de datos aún enfrenta un dilema ético sobre las “libertades” que ofrece a sus usuarios a cambio de su información.

Facebook muestra su talón de Aquiles, ante el conflicto de interés: seguir lucrando desmedidamente con los datos de sus usuarios o restringir por completo las prácticas de abuso y violencia… ¿Nos extraña que deje a las personas más vulnerables desprotegidas?

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