De nuevo es “Día de las Madres”, una conmemoración que nació para contrarrestar el avance del movimiento feminista de la década de los años 20, y que se traduce en ganancias millonarias para las empresas de comercio, servicio y turismo. En Luchadoras queremos cuestionar esos discursos que nos dicen que “madre sólo hay una”, hay muchas formas de ejercerla, también subversivamente.
Sabemos que en México las maternidades vienen cargadas de mitos, estereotipos, y mandatos sobre qué, cómo y dónde las mujeres deben hacer las tareas de la maternidad, por ejemplo, amamantar. Invitamos a Ere Derbez a ilustrar sobre el “10 de mayo”, y ella eligió el derecho a amamantar de manera libre y sin violencia en los espacios públicos.
¿Por qué escandaliza amamantar en público? Hace unos años en México este video recorrió las redes sociales, una mujer en el parque increpó a una madre amamantando, acusándola de inmoral. En Argentina dos policías prohibieron a una mujer dar teta en público. Estigmatizar el desnudo, la sexualidad y el cuerpo de las mujeres es contradictorio con celebrar la maternidad.
Pero buenas noticias, en respuesta miles de mujeres han armado “Tetadas masivas”, reuniones en espacios públicos para amamantar juntas y combatir el prejuicio. Las tetadas también se organizan durante la semana de la lactancia materna en el mes de agosto, y critican a la industria farmaceútica y sus agresivas campañas para vender leche de fórmula.
Recuerda, si vives discriminación por amamantar en la Ciudad de México, desde 2017 eso es una falta administrativa. Si te interesa, sigue al grupo de la tetada en México en esta página de Facebook.
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No sé qué se siente estar embarazada, mucho menos sé que se siente amamantar. Cuando en Luchadoras me invitaron a colaborar me emocioné mucho pero no podía imaginar cómo abordar un tema tan complejo como las maternidades y no quería enfocarme en un día que me parece tan desagradable como el “día de la madre”.
Luego me puse a pensar qué recuerdo de mi mamá cuando estaba embarazada de un segundo bebé. Los recuerdos me llevaron a pensar en la lactancia y con ello en mi tía amamantando a mi prima, algo que me sorprendía mucho (yo tendría no más de seis años pero recuerdo muy bien la escena) pero no me parecía nada incómodo, ni mucho menos desagradable.
Pasó el tiempo, crecí y con ello descubrí que hay quienes se molestan e indignan si alguien alimenta a su bebé en espacios públicos… y eso no puede seguir así.
Si una no come en el baño su bebé no tiene por qué hacerlo. Si una no se esconde para comer tampoco debería de esconderse para alimentar. Es el derecho de quien amamanta decidir cómo y dónde, al final es un acto que solo involucra a dos personas.