Siempre nos contaron que el parto es un proceso doloroso, tardado y que si es el caso, es mejor evitarlo. En pocas palabras, nos enseñaron a temerle, a asustarnos con los gritos, a repudiar sus fluidos y a pensar que una cesárea siempre es mejor.
En realidad, el parto es una experiencia llena de fuerza y amor. Es un proceso que pasa por varias etapas, cada una distinta y en las que cada mujer descubre cosas acerca del potencial de su cuerpo y conecta con su energía.
Dunia Verona es comunicóloga, doula y terapeuta, da acompañamiento a mujeres embarazadas en una casa de partos de la Ciudad de México, durante 2017 fue parte de la segunda generación de Voces de Mujeres y tuvo la oportunidad de registrar los sonidos del parto al acompañar varios nacimientos.
Al participar en este laboratorio de apropiación de herramientas narrativas, audiovisuales y digitales, Dunia trabajó en esta pieza sonora para contarnos la historia de un parto, reivindicarlo y mostrarnos que puede ser una experiencia amorosa y placentera.
«Esta pieza sonora es el resultado de un gran proceso de reapropiación de las herramientas de comunicación para decirle al mundo que las mujeres sabemos parir y que hay tantas formas de hacerlo como mujeres pariendo existen. Es un trabajo que busca invitar a las mujeres a alzar la voz, reconocer la potencia del cuerpo y recordar el amor que somos».