Es virtual y es real: violencia en línea contra las mujeres

Nov 23, 2017

Mapeo colectivo de agresiones en línea Foto: La Sandía Digital

¿Te revisa el email?, ¿Te pide tu contraseña?, ¿Monitorea todo lo que estás haciendo en Facebook?, Amiga, eso se llama violencia: violencia en línea, violencia digital o violencia cibernética.

Buscar ejercer el control sobre tí, tus movimientos, tus comunicaciones en una relación, ya sea a través de tus dispositivos o redes sociales es una forma de violencia en pareja. La violencia en línea puede venir de parte de conocidos, amigos, contactos en redes sociales, familiares, gente de tu trabajo y por supuesto parejas y ex parejas. De acuerdo al INEGI en México alrededor de 9 millones de mujeres han vivido ciberacoso, 26% por parte de algún conocido.

¿Tu ex ha difundido fotos íntimas tuyas en línea para hacerte daño o te ha amenazado con hacerlo?, esa es una forma de agresión cada vez más extendida, y es un ejemplo de cómo nuestros cuerpos y nuestras vidas sexuales son objeto de vigilancia y control donde la autonomía sexual de las mujeres es castigada socialmente y nuestros cuerpos siguen siendo mercancías de intercambio sin nuestra voluntad.

Pero la violencia en línea también viene de parte de desconocidos. ¿Eres feminista y críticas abiertamente el hashtag machista del momento?, tal vez te ha pasado recibir comentarios e insultos en tu cuenta de Twitter que te llaman “feminazi”, te dicen que vuelvas a la cocina o te adjuntan la imagen de un feminicidio y te dicen que eres la que sigue.

Sí, la violencia en línea no está separada de la violencia que vivimos en las calles todos los días, es por el contrario, una extensión de la misma, y por eso amenazarte con la realidad feminicida de nuestro país donde cada día son asesinadas siete mujeres, les resulta efectivo.

“De acuerdo al INEGI en México alrededor de 9 millones de mujeres han vivido ciberacoso, 26% por parte de algún conocido”

Hay una ola de odio viral que se extiende en línea, los ataques contra Andrea Noel, Ana Gabriela Guevara, Marion Reimers, Gisela Pérez de Acha y Plaqueta que hemos visto recientemente tienen un rasgo en común: ellas decidieron usar Internet para denunciar la violencia contra las mujeres. ¿La respuesta? Juzgarlas. La conversación social en redes sociales reproduce los lugares comunes del machismo, nos dicen putas y lesbianas como si fuera un insulto o exageramos porque el “piropo” no es acoso, y ya no aguantamos nada.

¿Por qué tenemos que aguantar? Minimizar la violencia es una estrategia para normalizarla y que permanezca sin castigo social. Otro mito a destruir es que la violencia en línea por ser virtual no es real, todo lo contrario, tiene consecuencias en nuestras vidas y en nuestros cuerpos. La Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC) mapeó 1,126 casos de violencia en línea en siete países, donde 33% de las mujeres reportaron daño emocional, 20% daño reputacional y 13% daño físico, en algunas ocasiones incluso alguna forma de daño sexual.

“Otro mito a destruir es que la violencia en línea por ser virtual no es real, todo lo contrario, tiene consecuencias en nuestras vidas y en nuestros cuerpos”

En marzo de 2017 Luchadoras y La Sandía Digital platicamos con activistas de ciudades como Guadalajara, Ciudad Juárez, Yucatán, Morelia y la Ciudad de México sobre nuestras experiencias de violencia en línea, juntas logramos identificar los efectos que nos ha causado esta forma de violencia:

Dominemos las tecnologías ha llamado este forma de violencia “violencia contra las mujeres relacionada con la tecnología”, y lo define como:

los actos de violencia de género cometidos instigados o agravados, en parte o totalmente, por el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), plataformas de redes sociales y correo electrónico; que causan daño psicológico y emocional, refuerzan los prejuicios, dañan la reputación, causan pérdidas económicas y plantean barreras a la participación en la vida pública y pueden conducir a formas de violencia sexual y otras formas de violencia física”.

La violencia en línea existe, es grave y tiene consecuencias reales, es una reacción represiva contra las mujeres que usamos las tecnologías para ejercer nuestras libertades y tener autonomía, ya sea que quieras buscar información para ejercer un derecho, establecer redes con tus amigas o denunciar alguna forma de violencia. No subestimarla es el primer paso. Si la vives, ten claro que no es tu culpa, no te lo buscaste y no es normal. Hemos avanzado juntas mucho camino para dejar de normalizar todas las formas de violencia contra las mujeres, ¡NI UN PASO ATRÁS!.

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